viernes, 8 de abril de 2011

El dice, ellos dicen.

La bestialidad

Acabo de leer en un periódico opiniones acerca del funcionamiento del mercado amarillo de la Encarnación, tambien llamado mercado emblemático, incluso icono comercial, y sinergia del decadente sector, al parecer hoy revitalizado gracias, a tenor de los testimonios, que a tres columnas, bares, mercado y tiendas, emiten personas con dependencia de la marcha que aquello pueda generar.
Es evidente que con un incremento tal que duplique la venta, como que no se tendrá la mínima dificultad para afrontar los gastos, y por consiguiente, este no tiene en absoluto por que subir el tomate, por mas que a esa supuesta venta la califique como “una bestialidad”.
Otra cosa es afirmar, cuando menos alegremente, casi con optimismo eso de que tenemos bastantes mas clientes. Lo que significa que con ese número de compradores lo mismo no hay que sacar el colmillo a relucir, y se abona el alquiler, sin tener que pagar el doble del valor del dinero por demora, según el contrato.
El refranero deja sabia enseñanza cuando nos recuerda que “el ojo del amo”, pues si en su lugar se hubiera leído algo tan distinto como que “recibimos muchas visitas, especialmente de la tercera edad, que recorre como lugar de paseo el laberíntico diseño del mercado de formica, hasta que mareados encuentran una de las puertas y se marcha”, o esto otro por ejemplo, “ una vez cuadriplicado los gastos por dos veces, en ocasiones, según el día, se alcanzan ventas que duplican (como una bestialidad) las que se realizaban el la mitas del espacio en la provisionalidad subvencionada”. Animalito.
Lo cierto es que aquello, como bien dijo el doctor, tendremos que quererlo, pues de otro modo nadie levantará cabeza, aunque sea engañándonos a nosotros mismo. El mercado amarillo, tiene demasiadas cosas que no son las mas optimas, para que al menos los placeros, después de esperarlo por 38 años se merecían, ahora dejaron de ser administradores de lo propio, para quedar convertidos en sub.-arrendatarios de la consecionaria, y esta sin ideas en gestión de plaza de abastos, lo mismo la falta de iniciativas es una estrategia para la venta, del mercado.
Y quien es el guapo que dice lo contrario. La Diosa Ceres lo mismo regresa a lo de la Encarnación. En la fachada de poniente se abrirá una nueva puerta para facilitar la entrada al numeroso público. El sistema de aireación utilizado deja libre de olores el recinto. La macilenta luz, se reforzará con tubos fluorescente especiales que mejoraran los aspectos de los productos. En breve se cambiará la solería de granito, sobre la cual y subiéndola unos centímetros para adecuarla a los altísimos mostradores, se colocará un suelo de poliéster antideslizable color verde, carril-bici. Son excelentes noticias, de las que pueden servir para engordar, como hace el ojo, este caballo de batalla en lo que se ha convertido el disparate de lo de la Encarnación. Caballo de Troya. ¡Más, madera!
Sevilla a 8 de Abril de 2011
Francisco Rodríguez Estévez

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