viernes, 1 de mayo de 2009

La lenta prisa

Sin prisas

Dicen que la esperanza nunca se pierde, pero cuando pasan 37 años, al menos, se ha perdido la ilusión. El caso es que, después de tanto tiempo esperando, una vez acabadas las prisas de juventud, debe ser la madurez quien encuentre soluciones, más que continuar batallas.
Esta reflexión, sin embargo, hace pensar que aun queda mucha lucha en esta Encarnación de mis canas, que antes fuera de mis carnes, si fuera verdad que, tanto la callada, como los silentes neos-placeros, quieren y desean tener una plaza de abastos, como las de toda la vida, al igual que la referente Barcelona, tal como Madrid, o Valencia.
Es más que previsible, con este invento, el incierto futro que les aguardará en el mercado previsto, al que llaman “emblematico”, bajo la micologica cubierta, tambien llamada epatante. Pues si algo no ocurre, algo no cambia, este tendría en su cronometrica los días contados.
Convendría contar, los números que no se hacen, para caer en la cuenta de que contando los días, serian los pasados los que tendrían valor, por que los de las demoras, estan en el contrato sus penalizaciones. Otra cosa será lo que suceda, pues, si con la instrucción dada, que no orden, para ajustar la nueva cronometrica, el retraso siga acumulando días penales, en lugar de para Navidad, sera por “que se merecería la sombra”.
Basta ver, en directo, o a través de las cámaras, como el doble turno para la aceleración, no tiene la velocidad que “aquello” requiere, más saber que los operarios emplean la misma que en el cobro.
Todo hace pensar, una vez acabadas las prisas, que los vendedores tendrán que resistir un verano más, bajo las insufribles chapas de la provisionalidad, las asfixiantes temperaturas que la responsabilidad nunca supo, ni quiso paliar.
Antes de perder toda esperanza, solo cabe aguardar a que se pegue el ultimo tablón multilaminado empleado en tan laureada ocurrencia, que dicen sostenible,( y no se cargue el laurel con sus sombras), para saber si en esta ocasión los responsables, si quieren, saben, y tal vez puedan, ordenen colocar los paneles fotovoltaicos para que los placeros, sin quebranto por la factura eléctrica, puedan disfrutar sin prisas de una ideal climatización. Dicen, que algunos preferirían una indemnización.
Sevilla a 1 de Mayo de 2009
Feria de la crisis, del paro, y de la gripe.
Francisco Rodríguez Estévez

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