lunes, 29 de septiembre de 2008

Cuestion de grito

Que más da

Debe ser eso del que mucho abarca, poco aprieta, que por querer decir mucho, no se diga nada. El caso es que no estoy nada seguro, pero en ocasiones, este extraño estilo de utilizar la palabra escrita es tan raro que, sobrepasando al “papuchi”, de inaccesible, llegan a ser textos ininteligibles y quedan fuera de alcance. Acaso sea por torpeza, pero es lo que tiene esto de estar en la vanguardia, que no es otra más que, estando todo inventado, hacer difícil, lo facil; complicado, lo sencillo; farragoso, lo escueto. Por lo cual, nadie negará que al menos quedan a la altura transgresora de eso de lo de las setas de la Encarnación ¡ay, Alameda!
Que más da, metidos de lleno en esa madeja de los líos del criptograma, que si me deja., que si no me deja, que si me voy, que si me echan. Que son los silencios, si no es puro grito. En los de papel prensa apareció uno proveniente de quien tiene sueldo público para dar un consejo educacional sobre el desarrollo sostenible, ante el cual, aparte de guardarlo, solo pudo aparecer el silencio.
Emplaza a los educadores y a los padres para la difusión del modelo ecológico que se argumenta, y según se desprende empiezan a verse los resultados, a fin de lograr la actitud responsable de la sociedad con respecto al medio ambiente preservando el ecosistema, etc..
Viendo lo ocurrido en el Prado de San Sebastián, solo queda pensar dos cosas: una, que la responsabilidad no lee, dos, que no recibieron la educación al respecto.
Así que con estos antecedentes, solo cabe seguir expresando el parecer, naturalmente de vanguardia, sobre la epatante y el mimo, sobre la estación y las fotovoltaicas, sobre la paleocristiana y el botellodromo, sobre el emblematico y la Gorgona, total que más da talar 168 árboles.
Sevilla 29 de septiembre de 2008
Francisco Rodríguez Estévez

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