miércoles, 17 de diciembre de 2014

El paseo

Imagen relacionadaEn el intento de rebajar el peso que me permita entrar en el traje, y de paso combatir el colesterol, vengo dando unos saludables paseos vespertinos. Hoy he puesto rumbo al centro.  Y justo cuando me encontraba en intramuros, una vez pasada la puerta de Córdoba, me encontré con Miriam, la hija de Paco y Lola, me cuenta lo acontecido en La Carboneria, un establecimiento unico que su padre tuvo a bien crear, para Sevilla y su singular Cultura.
Sus antecesores tuvieron la iniciativa cultural de Sevilla creando primero La Cuadra, y posteriormente La Carbonería y El faro azul.
Recientemente “La Carbonería”, ha sufrido la intervención municipal de un cierre aparentemente inexplicable, si bien han facilitado de nuevo la apertura, pero con unos condicionantes que más parece una mala intención, pues restándole atractivos que son valorados en el mundo entero.
Cabe suponer que en el silencio impuesto mas parecerá velorio en el que se generarán las enormes dificultades que supone mantener los puestos de trabajos, pues para abonar las nominas del personal, seguros sociales, y los gastos generales, evidentemente los ingresos no se generaran en la mutilación cultural por el silencio impuesto.
Acaso sea el desconocimiento de lo que significa “La Carbonería” en esta ciudad, nidal donde el Arte, puso los huevos de la siempre embrionaria hasta entonces Cultura sevillana en el Flamenco, en el Teatro, en la Música, en la las Bellas Artes, en la Literatura, y la Poesía, que allí fue creciendo desde el primer día hasta este que cierra por disposición municipal, que por suerte ha rectificado, con el desacierto que se aprecia.
Con esto en la cabeza, continuando el inicial paseo, alcancé llegar hasta la Iglesia de la Anunciación para pasar a ver el Nacimiento de la Hermandad de Valle, donde colocan la figura del ternero que gentilmente me ceden, para una vez lo retiren hacer las delicias de los pequeños que a lo largo del año viene a la plaza de abastos.
Los pasos me llevan hasta los sótanos de la plaza de abastos de la Encarnación, pues había desistido de subir a la azotea llena de carpas, viendo como la escalera mecánica sigue estropeada. 
En las entrañas, con una exposición acerca de las puertas que tuvo la ciudad, se encuentran los restos que se salvaron de ir a las escombreras, tanto de Híspalis, como de Isbiliya.
Resultado de imagen de antiquarium de la encarnación
 Destaca como de manera continua sigue entrando agua  procedente de alguna filtración, en los depósitos donde se indica que hubo una fábrica de salazones, y como se puede apreciar su característico olor cenagoso.
Pero en este paseo cultural del ayer de la Colonia, compruebo que no se encuentra el brocal del pozo que tenía guardado en su interior, una pieza que se le supone un alto valor cultural, pero que quien quita que las decisiones culturales una vez comprobado que en nada se cumple la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, que lo mismo se cierra “La Carbonería”, que el brocal lo guardan en los cajones, lo mismo Ceres continua raptada, fuera del alcance del público, tal que fuera una puerta automática.
 En “El Pavo Real” que en origen fue pensión, con el paso del tiempo se hizo teatro, gastro-micro-teatro, y es que el tiempo pasa, paso a paso. La Cultura ya no es igual que antes.
Sevilla a 17 de Diciembre de 2014

Francisco Rodríguez Estévez

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