La fiesta celebraba nada menos que los cincuenta años de una de sus hijas, esos que se cumplen una sola vez, y que ya ni me acuerdo cuando los cumplí pero me hubiera gustado tener una fiesta como en esta que fui invitado, como amigo de su madre, les diré que ni puedo recordar la cantidad de nombres de los asistentes de esta numerosa familia que ella le dice manifestación.
Ya en la impaciencia de la cita en la calurosa mañana, me di cuenta de que había acertado llevar camisa, y dejar la chaqueta o el traje para acompañarla, más cuando al verla portando una prenda de brillantes lentejuelas sobre vestido de color claro y la gracia de su dorado pelo recogido en un arabesco, que podía importar.
Ella tiene el don de la elegancia, que se une a su simpatía y a su belleza no solo exterior, que se ve, también la que podemos admirar los que la conocemos.
En la fiesta aun sigue afirmando que es a-rítmica y solo baila twist, eso es lo que dice, por esta vez los nietos la encerraron en un corro dar saltos y manos arriba, y juro que la vi saltar bailando el Torero DE Chayane y el bolillon de los chanclas, y solo había bebido zumos.
Siendo espectador de esta gran familia aquello era un espectáculo: hermanas, cuñados, hijos, sobrinos, primos, nietos y biznietos, consuegra, amigas, amigos y allegados, y ella, que de por si colmataba todo el espacio, pues esto sucedía gracia a los años que perseveró, con duro trabajo, para obtener este merecido premio, ella es el centro del amplísimo núcleo familiar que creció en su amor.
Pero la fiesta era para su hija Marta, cincuenta años.....lo que hace pensar como se nos paso el tiempo.
YA ni acierto a recordar nada del año 75, acaso que tenía un seiscientos, que trabajaba en eL Barrio Amate, que ya había comparado el campito, tenía problemas de vértigo, y a la Feria iba a la caseta de los Painas, tambien que era abonado a los toros, y al Sevilla fc en voladizo Gol Norte, jugaba al futbol en el Impala, y ese año hacia dirección de empresas, ahora me doy cuenta de que me quedaba poco tiempo para nada y además me había comprado un órgano eléctrico.
Posiblemente fuera a alguna boda, tal vez a bautizos, pero es que cincuenta años es mucho para acordarse de nada,pero en cambio ella siempre recordará que aquel año, nos regalo a todos con una nueva vida, a la que dio a luz.
Y el dia de hoy lo recordare siempre.
Sevilla a 13 de Septiembre de 2025
Francisco Rodriguez
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