miércoles, 7 de junio de 2023

Encarna, 2023

 

Date: Sun, 22 Oct 2006 10:13:53 +

 Ídolos

En la cultura de faraones, la divinidad tomaba forma animal, el poder de la bestia era adquirido para sustos del sometido pueblo que acababa adorándole, o haciendo tumbas. Todo un truco

Nada por aquí, nada por allá. Se puede mirar, y no ver nada, e incluso no ver nada, porque se mira hacia otro lado. Se puede decir más fuerte y más alto, aunque lo sensato sea callar, no en vano el silencio es una disciplina, un voto, pero esta facultad natural del habla, solo se aprende por el oído

Se le llamó milagro, (como al alemán), al paciente y arduo trabajo de la educadora que consiguió, sacando del limbo de su aislamiento, hacer hablar a quien luego seria famosa escritora, pues nacida ciega, sorda y muda, evitó con su perseverancia que su pupila, Helen Kéller, quedara convertida para siempre en un ser animado, privado del conocimiento y de la comunicación, desvalido e ignorante. Este éxito conseguido, sin duda fue el premio a la tenacidad, tanto por querer oír, para hablar, como hablar tanto que, hasta desde la sordera se pueda oír

De haber permanecido en el limbo, lugar que ni se siente ni se padece, ni se habla, ni se escucha, ni se ve, pues solo se espera, como órganos en vasos canopos, la llegada de un fin tan anunciado, como desconocido, no hubiera sido posible la aportación que dejo a la Humanidad, para el entendimiento de tantas personas, que sin estos, hubieran tenido poco menos que un tratamiento animal, por su desconocimiento
Aunque el limbo ya no existe, la callada mariana permanece en el, esperando como alma en pena, pues de nada le sirve ese síndrome Sullivan que aparece en las generosidad de algunas gentes, no en vano es ciudad tanto de sueños, como de personas, para que cuando quiera abrir sus ojos que nos ven, al menos lo haga sin el sobresalto del susto, debido a un zarandeo de espantos, para su corazón

En otra cultural, la trilogía es lo inverso. En la de “los micos”, que vuelve a representar, esta vez como primates, tomando forma animal las personas, como referente de estas, que no quieren oír, ni ver, ni decir nada, tal vez sea por lo que en esta le quieran construir un icono “micologico”, un hito que marque el tiempo donde ni se ve, ni se oye, ni se habla, tiempo de sueño, para que el susto, al menos, sirva para quitar el hipo

>Francisco Rodríguez Estévez

·         Sevilla a 22 de Octubre de 2006 >festividad de San Heraclio. Como Fournier"

 

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