Date: Sun, 22 Oct 2006 10:13:53 +
Ídolos
En la cultura de faraones, la divinidad tomaba forma animal,
el poder de la bestia era adquirido para sustos del sometido pueblo que acababa
adorándole, o haciendo tumbas. Todo un truco
Nada por aquí, nada por allá. Se puede mirar, y no ver nada,
e incluso no ver nada, porque se mira hacia otro lado. Se puede decir más
fuerte y más alto, aunque lo sensato sea callar, no en vano el silencio es una
disciplina, un voto, pero esta facultad natural del habla, solo se aprende por
el oído
Se le llamó milagro, (como al alemán), al paciente y arduo
trabajo de la educadora que consiguió, sacando del limbo de su aislamiento,
hacer hablar a quien luego seria famosa escritora, pues nacida ciega, sorda y
muda, evitó con su perseverancia que su pupila, Helen Kéller, quedara
convertida para siempre en un ser animado, privado del conocimiento y de la
comunicación, desvalido e ignorante. Este éxito conseguido, sin duda fue el
premio a la tenacidad, tanto por querer oír, para hablar, como hablar tanto
que, hasta desde la sordera se pueda oír
De haber permanecido en el limbo, lugar que ni se siente ni
se padece, ni se habla, ni se escucha, ni se ve, pues solo se espera, como
órganos en vasos canopos, la llegada de un fin tan anunciado, como desconocido,
no hubiera sido posible la aportación que dejo a la Humanidad, para el
entendimiento de tantas personas, que sin estos, hubieran tenido poco menos que
un tratamiento animal, por su desconocimiento
Aunque el limbo ya no existe, la callada mariana permanece en el, esperando
como alma en pena, pues de nada le sirve ese síndrome Sullivan que aparece en
las generosidad de algunas gentes, no en vano es ciudad tanto de sueños, como
de personas, para que cuando quiera abrir sus ojos que nos ven, al menos lo
haga sin el sobresalto del susto, debido a un zarandeo de espantos, para su
corazón
En otra cultural, la trilogía es lo inverso. En la de “los
micos”, que vuelve a representar, esta vez como primates, tomando forma animal
las personas, como referente de estas, que no quieren oír, ni ver, ni decir nada,
tal vez sea por lo que en esta le quieran construir un icono “micologico”, un
hito que marque el tiempo donde ni se ve, ni se oye, ni se habla, tiempo de
sueño, para que el susto, al menos, sirva para quitar el hipo
>Francisco Rodríguez Estévez
· Sevilla a 22 de Octubre de 2006 >festividad de San Heraclio. Como Fournier"
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