viernes, 18 de noviembre de 2022

para acabar

 

En vena

Me pasaron como si no hubieran pasado y en ella me pasaron tempus fugit . Fueron  67 años y serian algunos mas  pero que por razones lo dejo pero que no abandono, la llevo en vena. Hoy he visto un documental de la famosa Piaza Campo di Fiore  de Roma, un lugar hoy travestido y sin identidad que en nada parece lo que fuera su famosa plaza de abastos, se le ve con pinta de baretos de pinchos, posiblemente con idéntica suerte como aquella desolada de La Boqueria de la ciudad condal, de vasitos, jugos, y cucuruchitos de bullicio cosmopolita de mochila, a falta de calidad de sus paradas.

Tuvo un tiempo de ensueño la eterna provisionalidad, donde el gran mercado de abastos barcelonés era referente para el futuro de una soñada Encarnacion, donde bajo las chapas de asbesto los lustros se llevaban las ilusiones en una espera interminable.

Cuando Italia aun no era Italia los placeros de la Encarnacion, demostrando una gran determinación ocuparon el gran solar que los gabachos dejaron con sus demoliciones, y rápidamente allí colocaron sus cajones, sus tarimas, sus tablas,  y tajos de okupacion, nada aclara si  antes de la huida el mariscal Soult tenían intención de realizar un espacio higiénico como el parisino Les Halles, especialmente para el cobro de tributos, con el control  y la centralización de los abastecimientos, o acaso también fuera para crear una gran plaza mayor o de armas.

No fue hasta 6 años más tarde cuando es el consistorio que se forma tras la Pepa, es el que encarga el cerramiento del espacio a Cayetano Vélez, apareciendo esa primera edificación de madera, tal como esta de conglomerados de Kerto,  y todavía Italia no era Italia, y Campo di Fiore le faltaban once lustros, ya ven.

No llevaba un siglo esta Plaza de abastos de la Encarnacion cuando aparecieron los primeros intentos de demolición que le sobrevolaron desde entonces hasta que se llevara a cabo en 1973, resistiendo por 161 años. Siempre aparecerá la duda de cómo se había realizado espacios para mayoristas en Barranco y Entradores, cuando estos ocupaban  sus espacios en cuarteladas de la gran Encarnacion, justo hasta que un incendio se llevara la mitad del espacio ocupado en la mitad Sur, y a estos al destino que el fuego había deparado fuera de la Encarnacion mutilada.

Los doce años de acristalado fanal cierra un ciclo donde lo que pudo ser no ha sido, y es una realidad que los tiempos cambiaron cuando se tuvo tiempo incluso para no perderla. Hoy no tendría la Encarnacion ninguna posibilidad de ser una plaza municipal de abastos en su concepto de siempre  donde un gran número de puestos ofrecerían sus mejores mercancías en un lugar amable donde ya  pocos vecinos podrían disfrutar de la venta placer que se le reconoce, la plaza de toda la vida. El destino de la Boquería de Barcelona, de Campo di Fiore de Roma, marca el de esta Encarnacion de laberintico viario anti-comercial de  hibrido que ni es mercado ni es plaza, y que languidece en el desinterés de responsables irresponsables de fin venal.

Lamentan en la Boqueria donde las paradas exógenas que crecieron a cobijo proliferan ahora como sitios de comer de sanwichera o microondas, y snack de fruslerias, vasitos fruit, o smooties y cuando menos alguna fritanga,  pero dentro en el interior  las persianas cerradas de las paradas acusan un futuro de gastrobares y ocio. Adiós mercado, adiós.

 La piaza de campo de fiore no le va más atrás, el turismo de mochila y bocadillos se hace notar en la ausencia de clientela de los buenos productos, ya no se ofrecen culatones, ni salamis, ni mortadela, para no haber no tiene ni donde aparcar, ni servicio público, y muchos menos vecindario. Y en la Encarnacion con la sangre helada 

Sevilla a 18 de Noviembre de 2022-

Fco Rguez

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