El misterio de las setas
La Encarnación siempre misterio, como no podía ser menos, vino a ser con el tiempo que lo
de las setas fuera la madre de todas las “encarnaciones”. Algo que superara el “olímpico
disparate” y que no lo eliminaran como si de un “moneo pepero” se tratara.
En eso, llamado iconico capricho, tan caro como inutil, que el doctor en su devario vino a calificar como “mercado emblematico”, ni que decir tiene que ya tuvo calificaciones anteriores por otros irresponsables metidos en gestión
consistorial, lo que hace pensar aquello de que no tiene ya vuelta a tras salvo que los vaticinios y las inclemencias
lleven a las laminas de “kerzo” a su putrefacción, y al igual que su berlines autor tuvo la
aplaudida ocurrencia, mas madera, para delicia de los palmeros placeros, también
tuvo en muy premiados arquitectos llamar a semejante cosa como fruto del
papanatismo del momento.
El caso es que se invirtieron según la partida al respecto
en las cuentas PRESENTADAS CUATRO MILLONES CUATROCIENTOS MIL EUROS para equipar
una plaza municipal de abastos para cumplir con los danmnificados placeros que aguantaron
tantos años en el bidonville de asbesto, esperando por mas de cuatro décadas en
la provisional estructura efímera del tardo-franquismo. Una cantidad para que
la dotación reflejara un mercado emblemático y no un laberinto de errores para
un colectivo jibarizado y reducidos a un tercio de los vendedores que iniciaron
el “proces”.
Si las puertas incumple la Ley, el granito resulta ser
nocivo en superficies cerrada, mas si esta viene a carecer de sistema de renovación
de aire, que decir si la supuesta diafanidad de estos emplazamientos regulados encuentra treinta enormes columnas de obstáculos, y decenas de absurdos rieles de cierre. Si los elementos inoxidables se oxidan, si las instalaciones de luminotecnia
son mortecinas, si los aseos se hacen insuficiente, y tiene que acoger a los
operadores turísticos del lejano Oriente, para que evacuen y miccionen de forma gratuita para que el costo sea soportado por los pobrecitos placeros, con estos ejemplos los misterios se hacen
al limite de lo insospechado cuando los cristales de las vitrinas de los puestos
del la plaza municipal de abastos, viene a incumplir lo establecido y ni están templados
ni son irrompible.
Cerca de donde vivo hay una tienda con la instalación de
puertas automáticas, el pequeño almacén lo regenta por una familia asiática, que al contrario que los
placeros de lo de la Encarnacion y el misterio de las setas, hacer ver la
importancia de esta puerta que desde hace mas de 2000 años ya se le ocurrió a
Heron de Alejandria, para colocar el automatismo en el templo de Priapo, el del
falo, que era protector de los vendedores.
Que al teutón no le importara los reglamentos leyes y normas
existentes podía ser previsible tanto como que tantos responbles en lo público
ni se leyeran el reglamento de mercados de abastos de esta ciudad. Ahí seguimos, y es que en tanta modernidad aun en el Consistorio piensan que no pega una idea tan antigua.
Sevilla a 11 de Agosto de 2018 fre
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