jueves, 23 de julio de 2015


Resultado de imagen de sexo en los retretesEn los servicios

Como gemelas idénticas de un mismo huevo, Encarnación, ¡Ay, Alameda!, que habiendo sido criadas por distintas familias se encuentran tras años de separación,  optan una vez confirmado que proceden del mismo útero la acertada decisión es no averiguar ni quien la engendró, ni donde, por cuanto pudiera ser la consecuencia de una ocasional e irresponsable descarga en la letrina, de aquí te pillo, y que la carga biológica después de todo, llegado el momento actual, para ambas vidas carece de interés.
Lo de la Encarnación, ¡Ay, Alameda! Dos propuestas de desfiguración originadas en una argucia de poder, resultó ser más que el producto de una unión siniestra en los retretes, algo interesado para propiciar el reparto en pacto de silencio, por más que el encuentro fuera realizado en los servicios del establecimiento hotelero.
No cabía que se pudiera generar tal cosa en otro lugar, pero ciertamente fue en los servicios del hotel, donde engendraron esto y donde se blindaron las decisiones de las partes para estos céntricos enclaves a sus respectivos caprichos, Tu Alameda, Yo Encarnación, que cono se sabe, aun siendo piezas separadas, formaron parte del reparto, como las gemelas de tu a Boston, yo a California, que teniendo único origen  de numero rojo en la concepción, como las gemelas idénticas que se encontraron después de quince años corrieron distintas suertes.
Resultado de imagen de torres gemelasLa Encarnación, ¡Ay, Alameda!   Siendo proyecto imposible, aparte de una demora de más de tres años y unos costos que casi triplicaron los previstos, que se saltaron la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, las normas sobre sostenibilidad, las de accesibilidad en los edificio públicos, y para colmo el propio Reglamento de mercados, pero todo ello por realizar a todo costa, nunca mejor dicho de las arcas municipales, lo que la empresa especializada había dictaminado que no se realizara. Caprichos. Todo con un informe del Secretario sin aprobación para que se justifique tal actuación y se depuren de inmediato las posibles responsabilidades.
Las gemelas idénticas quisieron ignorar su pasado temiendo conocer la más que posible procedencia, en lo de la Encarnación tan desfigurada que no la reconocería ni la madre que la parió, ¡Ay Alameda! Aun sabiéndose lo de los retretes está por ver si los servicios eran públicos o en propio beneficio.
Sevilla a 23 de julio de 2015

Francisco Rodriguez

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