miércoles, 2 de julio de 2025

Margaritas

 


La pierdo y la encuentro, me pierdo y la vuelvo a encontrar, y todo es por las prisas de la vida que corre a más velocidad que nuestra existencia. Ayer, por no oír con atención el mensaje que en su enfado me enviaba “pues vete al Incerso con tu amiga “, creí escuchar que pues vete a hacer sexo con tu amiga, y tuvimos fuño toda la tarde. Por suerte hacemos risas de lo nuestro, que como el colesterol hay bueno y malo.

Hoy hemos hablado de eso que no le causó ninguna risa ni en los ocho años, ni mucho menos en los diez  más que pasaron en la sobriedad del amargo, y que tardaron en llegar, cuando le hicieron cantar para una misa, de tal suerte que pudo salir sin oirlo, y logró abndonar deseperadamente la habitacion de ensayo en los primeros acordes sin que se le cayeran lagrimas de escuchar a eso que no hablamos. 

Cuando me dice que estuvo tantos años sin dejar sentir su contagiosa risa, nos reímos con más fuerzas en nuestras calientes mañanas de este tiempo que paseamos.

Suena el móvil, “Voy para el estanco” y ¡zas! me quedo sin batería. Adiós partida, adiós, y calzando las sandalias de Hermes vuelo hacia el estanco, no está. ¿Qué hacer? Comprar un cargador, me facilitan un cable conectado, escucho “estoy en el arco”.¡ No puede ser! vengo desde allí y no nos hemos vistos, imposible,  vuelvo por mis pasos y   llego a la estatua del torero, no la veo y la Virgen no está. eLLA TAMPOCO.

La he perdido. De nuevo al estanco, pido nuevamente  el favor del cable “estoy en el arco”, alzando la voz le digo no te muevas de allí. Otra caminata y por fin la veo, bajo el inmenso arco de la Esperanza, donde Cupido dispara la flecha hacia mi camino, y mi móvil apagado es testigo mudo.

 Los móviles también son buenos y malos como el amor, como el sexo, en el suyo puede oírse su grabación indicando  donde me espera con nitidez, y yo intuí otro lugar,porque no la escuche, su móvil es quien me acusa de mi precipitación, y el mío silencioso otorga.


Hoy no podría describir cuanta felicidad, y todo de lo que nos hemos reídos, hasta de cuando eso, puso la cabeza en su hombro, lo cual ni se me ocurre INTETENTAR por temor a perderla, NI  LA QUE TENGO POR ELLA PERDIDA. De sexo sí que hablamos,  y vemos que como los móviles, siendo bueno y malo pensamos que valen los dos, y cierto es que tal como el pajarito se duerme, a los niños los trae la cigüeña.

 No revelaremos nada de nuestro dia de hoy. Han sido demasiadas risas para divulgar el misterio del sueño en lo único que importa que es el amor, según dice ella, y por lo tanto causa pavor que la amenazante sorpresa me coja, tal como aquel volcán apagado que tenia olor, como la esponja marina de mi baño, más cuando no soy persona de sorpresas, cuando hoy no he ganado un gran sueldazo, como para que el mercedes lo condujera un chofer.

Como ella dice el amor lo puede todo, bueno, pero en ocho años, no, se,  no estoy muy seguro, lo mismo estamos cubiertos de margaritas, desojando los  me quiere, no me quiere, me quiere, me quiere pero eso sí, si se diera,


con el satén de mi sueño podría hacer túnica de nazareno de María Santísima de la Esperanza en su expectación al alumbramiento, no sé qué otra cosa podría hacer con tanta tela. Y ella lo sabe.  

Sevilla a 2 de Julio de 2025

Francisca Rodriguez