jueves, 6 de enero de 2022

 


Hoy, como ayer

Ha pasado mucho tiempo, posiblemente demasiado tiempo, que no aparecía alguien interesado por la historia acaecida en la galimatica plaza municipal de abastos de la Encarnación de  recorrido anticomercial que le dispusieron bajo la estructura megalómana de madera, de fungiforme diseño, y sobre  la poquita Híspalis que dejaron con la enorme cimentación, y que tanta se amontonó en las escombreras. Hoy, como ayer, al menos vuelve a mostrar que algo debe de preocupar. 

No era un grupo de arquitectos nivel internacional, como cuando la sostenibilidad, no era urbanista par el estudio de su tesina, ni estudiantes de la comunicación audiovisual, ni tampoco fueron esta vez alumnos de Bellas Artes, ni de fotografía, ni de Historia, ni becarios de periodismo que retomaban lo de la Encarnación para sacar a la actualidad el tema. Vinieron alumnos de Turismo prestos a conocer el “misterio” de la Encarnación, justo en tiempo de Adviento.

Las jóvenes querrían conocer lo inexplicable, como ya dijo en 2008 hace 13 años el mismísimo doctor Sánchez, “que lo de la Encarnación no lo explica porque no se entendería”. Y se quedó tan pancho.

Cómo explicárselo a estas jóvenes estudiantes de “turismo” resulta harto difícil, pues los “misterios” son inescrutables, y el de la Encarnación que solo fue posible en el tiempo rosa, para  argumentarle a pesar de tener los informes desfavorables, e inviabilidad manifiesta, que eso fuera sinergia del sector, emporio de riquezas, y locomotora del comercio. El tiempo nos dice otra cosa.

La ausencia de vecinos, y la desaparición del comercio tradicional, van dando paso a viviendas turísticas, y bares, gastrobares, pizzerías, tabancos, abacerías, y todo un amplio repertorio que ocupan el viario peatonal. La desaparición de plazas de aparcamientos en superficie, y otras medidas disuasorias para acceder, junto con el alejamiento de las líneas de servicio público, y la imposibilidad de la línea de metro, ya sea tranvía, son factores que alejan a la posible clientela necesaria para la optimización de una plaza municipal de abastos que se bate en su antagonismo para persistir en la adversidad y la indolencia de las responsabilidades de su gestión.

Hoy, como ayer, el trabajo de estas entusiastas estudiantes quedará en otra anécdota más, que no será la última.

Sevilla a 5 de Enero de 2022

Francisco Rodríguez Estévez

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