El cambio de hora

En este nuevo Marzo de  setenta y tres “encarnaciones”, con mas de dos miles de misterios, y ocho de setas, nos trae nuevos anuncios al igual que con anterioridad  aquel se hizo, según la palabra de quien no supo explicar lo que no entendería en referencias al calificado papanatismo del poder.

En esta “encarnacion”, siempre misterio, la revelación por increíble que parece acaso sea que con tanto desconocimiento solo lleva a la conjetura, pues quien podría explicar que siendo uno aparezcan tres. Serian números en rojo.

Si el padre del micológico misterio inexplicable fue el responsable irresponsable de su desgraciada creación, para nada resultó ser un “paraíso” donde el “probrecito placero “, hijo y mártir, encarnado y laso le acogiera, para que allí tuviera, bajo la madera, refugio hasta el fin de su tiempo, y el tercer ente de esta trinidad de “encarnaciones” resultó ser el pájaro que baja de vuelo rasante cuando a la baja reduce tiempo y dinero, y eleva el vuelo hasta donde haga falta, en cuestión de dinero y tiempo, buscando la térmica sin penalizaciones en contrato de letra chica.

En este tiempo de cambio que las manillas nos hace madrugar, amanece que no es poco con la autorizada elevación de los precios en la subida a la visita social de las mutiladas setas que, por seguir siendo gratuita a los propios, pagaran los ajenos.

Cosas del consistorio, cosas de cuentas, cosas serias, cuentas broma. A cuento de que se sube, si las visita al precio actual no alcanza para cubrir gastos y dádivas, nada puede indicar que la subida, subida de precios, y elevada con un triple desorbitado por entrada, pueda pensarse que llegue la hipotética  afluencia desmesurada del forastero, que soltando por visita diez euritos del ala  paliará la situación.

Estos números del tiempo rosa, evidentemente no caen en la cuenta del ahorro, del llegar a reducir gastos en las setas, de realizar aplicaciones rentables, perseverar  en la aplicación de nanotecnologia, y evitar el derrame que tanto desatoro produce, y dejar las tonterías de quien vende el milagro como el que vende una burra. Plaza de abastos de la Encarnación.........¡que cruz! 

Sevilla a 31 de Marzo de 2019