La peste
Justo cuando comienza la filmación de esta serie de éxito
titulada “La peste” dirigida e ideada por nuestro paisano Alberto Rodríguez, vienen
a coincidir en este primero de Octubre, que la plataforma ciudadana reclama pensiones
dignas nada menos que en las setas, precisamente el lugar donde se ha instalado una
enorme carpa de propaganda para unas siglas políticas.
Fecha pestosa pues hace ya cuarenta y cinco años que tal dia como hoy, los vendedores de la muy mutilada plaza de abastos de la Encarnación abandonaron aquel espacio para permanecer treinta y siete años dos mese y once días en la mas lamentable provisionalidad. Peste sobre peste.
Fecha pestosa pues hace ya cuarenta y cinco años que tal dia como hoy, los vendedores de la muy mutilada plaza de abastos de la Encarnación abandonaron aquel espacio para permanecer treinta y siete años dos mese y once días en la mas lamentable provisionalidad. Peste sobre peste.
Viene al caso que en estas mañanas del nuevo Otoño que tardan en amanecer, cuando aun en la trémula noche que termina, los pasos encamino hacia ese micológico lugar de los caprichos, y cuando aun falta mas de un hectómetro para llegar, ya se percibe el hediondo olor
que se produce, en la extracción del atasco de los sedimentos orgánicos en putrefacción acumulados en el deficiente sistema de alcantarillado de esta costosa estructura, y que se viene a realizar periódicamente la succión por los enormes camiones de bombeo. Es la peste.
Nada parece preocupar dentro del fanal, lo cierto es que propios y extraños ya pueden identificar este fétido
olor, entre el podrido de Dinamarca y tripa seca, que a nada que empujar las pesadas hojas de las
puertas el golpe se deja sentir en pituitaria,
y lo que desprende en la ropa a "phallus impudicus". Seta hedionda.
Apenas una mano puede contar a los vendedores de este mercado que
llamaron emblemático, sinergia del comercio, locomotora del sector y emporio de
riquezas que puedan recordar a aquel desaparecido, al que un decreto Ley obligó a abandonar, eso si,
con el aplauso desmedido de la inconsciencia y el desconocimiento de lo que acabaría acaeciendo. Era otra peste.
Matilde la madre de mi amigo Miguel, llamaba partía a estos ocurrentes
que se eternizan con los problemas para que permanezcan por cuánto más tiempo peor, y mientras más, mejor para todos (ellos), peor para ti,(usted)que decía aquel. Es como la Peste, expansiva.
Hoy ni “cachocarne” ni “colorin·” “jumosol”, y ”peinatete”
alcanzan el glamour perfumista para enmascarar tanta peste en este hito, léase mojón,
a fin de cuentas son aromas de otra
partida, por cierto que hace ganar en calidad a los distintos perjumenes que de
la “granja” ya desde el principio venían a aromatizar esto, nada
menos que desde el proyecto. Como cabía imaginar que estas setas ya no olían bien.
La peste.
Sevilla a 1 de Octubre de 2018
Francisco Rodriguez
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