viernes, 21 de noviembre de 2025

Con el rosa al cuello

 

Cabía la posibilidad,  pero por cómo es ella sucedió lo posible y la lógica ante la incertidumbre que me creo la noche, ¿Por qué no iba a llamar?   


En menos de un minuto contestó mi deseo de buenos días, después de una noche en vigilia y con un amanecer frio muy diferente al de días anteriores, en los que el sueño me ataba a la cama con la pereza de un adolescente. Buenos días.

Un minuto más tarde un wapsap  pregunta ¿tienes hago que hacer a las 11.30? Estuve pensando durante tres segundos que tendría que hacer a las 11.30. En la agenda mental de las múltiples actividades de octogenario jubilado y ocioso puedo llevar a cabo, sin tener que acudir a ninguna de las citas medicas que se acumulan entre revisiones, vacunas, consultas y especialistas, ya sea de podología, oftalmología, o dermatología, amen de las de urología y cardiología y las cotidianas de traumatología, ya sabéis, la columna, la cadera, la rodilla, las fascitis plantar, la artrosis de la mano, del dedo  y ese dolor al caminar rápido que se encaja en la ingle y que no echas cuenta, y por supuesto que no tenga un implante que de la lata, o te recuerde el Mernier cuando no las cervicales, que hasta las vueltas de las sevillanas o el ascensor de cortigles puede producirte vértigo. Y entonces, tras esos tres segundos de memoria contesto “esperarte”.

Tres horas faltan y ya estoy a punto de salir a la calle. Hago tiempo ordenando cajones donde ni sé donde guardo nada  y encuentro el artilugio que creí había prestado a alguien y no me lo había devuelto. Son las 9 de la mañana sentado delante del teclado, voy al blog que hace días que no sustancio ante la falta de ganas y menos de ideas hoy tiene 840 entradas , no suele ocurrir tal cantidad. Antes tenía un contador que indicaba la procedencia de los visitantes, donde Rusia y Japón lideraban el interés de su lectura. Desde allí puedo ver la puerta del centro de mayores, y es posible que algún billarista haya llegado.Pongo el temporizador tengo que salir con treinta y cinco minutos para llega con puntualidad.  Intento jugar pero no estoy centrado y las bolas se empeñan en no chocarse ante la distracción de mi mente que me lleva a la reja de su casa, desisto. Aun hay tiempo para nueva partida con otro jugador, y más de lo mismo, no importa llegare un pcoco antes y esperare.

Justo cuando la pequeña Julieta, al sentirme en su olfato corre hacia mí para recibir las caricias que le colmo se vuelve a la normalidad del paseo que no ponemos ruta en la soleada mañana. Hemos roto ese temor a decir cosas que callábamos sin motivo ninguno, y además sin sentido entre adultos. El juego del amor no ofrece su suerte al ludópata, pero juego pàra estar convencido que mi suerte es haberla conocido gracias al juego. Extraña paradoja


La primitiva no puede tocarme, tengo suficiente, y solo aceptaría pequeños premios, tal vez el reintegro. Volvemos a ver los “reborn "que tanto le gustan, diría que uno de ellos tiene  mi parecido, en el escaparate nos sentimos como  colaboradores necesarios de tantas criaturas adorables, casi de verdad. Antes habíamos comprado un pañuelo morado que me coloca en el cuello, lo llevare estos días en los que su simbólico color recuerda cuánto daño sufre el silencio de la mujer amedrentada sobre el percal de la bajera. 

Me siento novio enamorado viéndola elegir los utensilios de cocina, le encanta, asi vamos viendo las batidoras, las cafeteras, las tostadoras, ahora la limpiadoras redondas que cambian el agua, ahora la plancha, y qué decir de los colchones, le gustan blandos y a mi duros, almohadas de látex, cojines....., un proyecto de sueño. Ahora, la Navidad, Belenes, árboles, bolas, y toda la fantasía de los ángeles, y hasta un gordo Papa Noel, las estrellas doradas y espumillón multicolor. Está feliz. Me encanta verla.


De vuelta voy luciendo mi pañuelo violeta atado a mi mano, pasamos por el lugar que Antonio Punta era cliente de un bar que no existe, y nos detenemos en el nuestro, donde el primer dia. La invitación a almorzar no prospera, cierto es que ambos tenemos la mesa en nuestras casas, pero estamos solos. Así iniciamos el camino de regreso, creo que los puntos perdidos se recuperaron. 

Tenemos fiestas pendientes para celebrar antes de Nochebuena, que no puedo pensar como la pasare ,y que junto a ella sería cosa maravillosa, mas si prepara el delicioso redondillo de ternera blanca con el amor que ella hace todo.

 Se nos fue la mañana han sido 3 horas que se pasaron en tres minutos, cuando llegue a casa con el pañuelo rosa aun sentiré su risa cuando apretaba el nudo corredizo en mi cuello del que no quisiera nunca escapar.

Sevilla  21 DE Noviembre de 2025                                                                  Francisco Rodriguez Estevez                                                                                                     

domingo, 9 de noviembre de 2025

En el Aljarafe



Después del dia de incertidumbre, su corazón se recupera, hoy es el dia de la fiesta tan secretamente guardada, el cumpleaños de Antonio.

 Sera algo que nunca se dió pues no parece que la celebración sea de su particular gusto, pero su mujer está dispuesta a terminar con esta no practica, y le ha dispuesto un pseudo banquete familiar, con tarta y velas, amén de la entrega de regalos en especial el de mucho deseo que se le cumplirá, después de toda la vida de arduo trabajo.

Mi sueño se me fue más temprano de lo previsto, cuando apareció el EAP en la pierna derecha, que así se llama a un tirón nocturno que indica la edad que se tiene, y no la que se representa. La preocupación tan temprano estaba en ella, a la que su corazón le advierte lo que su fuerza desobedece, ella  es así, pues si fue capaz de sacar sola su gran familia adelante, se diria que con tantos nietos aun no conoce el descanso que cardio le reclama, apenas tiene tiempo para nada, menos para ella y tampoco para la tontería, de la que como jubilado dispongo.

No sé,  ni que pasara con mi impaciencia el dia que sea, si para el festejo familiar me aparece la incertidumbre de la tontería, y  después de ducharme con gel perfumado, buscar ropa interior nueva, por si acaso, comprobar por tres veces como debería de vestir, si pantalón y camisa, con chaqueta, con cazadora, con jersey. ¿Cómo iría ella?   

No me llama, aun faltan tres horas para acudir a la puerta de su casa donde el vehículo de alquiler previsto nos llevara por el laberinto de parcelaciones aljarafeñas, no me atrevo a usar el telefono ante la posibilidad de despertarla de descanso que necesita. 

Salgo temprano, con tiempo de desayunar con mi hermano, el Sol ya calienta, hay boda en San Pedro. Aun me queda una hora para el tiempo previsto, recojo los encargos y me demoro en lento paseo haciendo tiempo. En San Juan de la Palma otra boda, la gente se casa pensando que para siempre, la estadística del IA dice que siete de cada diez, no alcanzaran el objetivo.

A la hora, puntualmente, baja con Julieta, que se desvive para que la abrace tirándose al suelo, también viene una de sus nietas que nos acompañara.

En mensaje da una demora de diez minutos, mejor esperamos en una terraza donde tomara un té verde y vaso con hielo, como siempre. 

El conductor nos llevara al punto que quedaron en su coordenada, esto del GPS permitiría llegar hasta la casa de Antonio y Ana, donde ya estuvimos en verano, lugar de amplitud donde está prevista la sorpresa. Por suerte e indicación de ella, a la que hago caso en casi todo, me tome la biodramina, de otro modo hubiera llegado para el arrastre.

Las mesas repletas y todos preparados para la llegada del cincuentañero, que recibe los canticos de toda la familia, aunque su tio se quedo en la silla, dice por las rodillas que la tiene bien a pesar del deporte. 

Hay de todo, pasa el tiempo, estamos juntos y solo se preocupa de que coma, yo solo la miro, y voy observando la gran familia a la que se une su hijo mayor, con su pareja a la que llamo Elisabeh, luego Emma, y su nombre era Inma, al presentarme ,su hija y sobrina me instan a que haga lo que les dije que haría el dia que conociera a Antonio Jose, le digo que está bien, que lo voy a hacer pero que lo graben. Se parten de risas. 

Era como me lo describió su madre, hombre callado, tanto así que hasta en la mesa se dispuso a trabajar con su ordenador.

Mas cantos y mas tarta, ella continua preocupada con el detalle de que mi café tuviera leche sin lactosa igual que el dulce de chocolate, es para quererla, siempre estuvo pendiente, incluso me recordó que tomara la pastilla de los mareos para la vuelta que realizamos en el coche de de su hijo hasta la puerta de su casa donde nos despedimos con las manos ocupadas,  para empujar la cancela con la espalda.

A decir verdad llegue mareado, pero el camino a casa me despejaría. Ni sé como ella resiste tanto, recogió junto a otras señoras las mesas y quedo todo limpio cuando nos marchamos, se diría que fuese y ni hubo nada, pues como toda mujer y madre, vale más que cualquiera de nosotros, y ellas lo saben.

Devilla a 9 de Noviembre de 2025 

Francisco Rodriguez