Al menos, ya tenemos
la certeza de que lo de la puerta automática, tiene toda la documentación dispuesta
sobre la mesa, según dice el delegado, ya sea en principio solo para una, sin
establecer las que fueran necesarias para que la plaza municipal de abastos, bajo las setas, cumpla
en breve con lo dispuesto en la Ley de Accesibilidad de edificios públicos, después
de permanecer por más de cinco años soslayando intencionadamente con lo
establecido.
Parece ser que los mil euros de costo de la puerta automática entraran en un lote de millones que están en negociaciones con la constructora, concesionaria, adjudicataria, de lo de la Encarnación sin que se sepa por el momento si las penalizaciones por demora de plazos que obran en contrato de adjudicación de obra entrará en el lote. Sería lamentable que esta puerta, de solo mil euros, fuera objeto de discordia, para no cumplir la Ley.
Parece ser que los mil euros de costo de la puerta automática entraran en un lote de millones que están en negociaciones con la constructora, concesionaria, adjudicataria, de lo de la Encarnación sin que se sepa por el momento si las penalizaciones por demora de plazos que obran en contrato de adjudicación de obra entrará en el lote. Sería lamentable que esta puerta, de solo mil euros, fuera objeto de discordia, para no cumplir la Ley.
No se piense que se encuentre esta documentación al respecto , por muy
innecesaria que pueda resultar un simple folio escrito a dos espacios, escondido en algún lugar de una torre de cartapacios
de distintos colores, ni mucho menos en una bandeja de atrasados asuntos, ni tampoco formando
parte de los legajos del expediente que cursan, en esto de las setas, por
cuanto no debería de ser una puerta automática, o varias, un elemento a negociar donde tanto fuera sido
menester, y que se escaparon por las rendijas.
Releo los informes de cuando se estaban exigiendo responsabilidades,
sobre todos de aquellos que con nombre y
apellidos según obra en el organigrama, tenían
a tenor de lo establecido la que le correspondiera, poca, o mucha, incluido aquel, o aquell@s
que deberían de conocer por sus emolumentos al dedillo, la Ley de Patrimonio de la Junta de Andalucía,
la Ley FERAEE, la Ley de Accesibilidad, las normas de sobre la
sostenibilidad en edificios y hasta el
propio Reglamento de mercados de Abastos municipales de la ciudad de Sevilla, para que advirtieran al alemán de las posibles transgresiones, por lo que cuesta entender que no se disponga de puertas automáticas, y que ahora se diga
que se está negociando lo de la puerta con la adjudicataria.¡Se han dicho tantas cosas!
De la palabra del edil, que asevera que la documentación, posiblemente un folio, se
encuentra encima de la mesa, que es justamente el lugar donde por el tiempo
pasado ya no debería de estar, una simple hoja mecanografiada exigiendo la colocación
inmediata de la puerta automática, la misma puerta olvidada, que se exige como consecuencia del contrato de construcción, ya que
es la misma entidad concesionaria, y adjudicataria, salvo como todos sabemos de la plaza municipal
de abastos, que únicamente puede ser gestionada por la administración, por más que no lo parezca.
Busco al azar una empresa de puertas automática, puede pagarse con
facilidades y con tarjeta del cortigle´s, el precio es de mil euros mas iva,, y
eso hace que sienta aun mayor vergüenza. Esta es su publicidad, http://www.geze.es/
http://www.puertas-esma.es/puertas-automaticas-de-cristal.html#sthash.Vnfup8Ga.dpuf
La instalación de nuestras puertas automáticas de cristal de la marca GEZE,
facilitan el acceso al local a personas mayores o discapacitados, cochecitos de
bebé, carros de la compra, etc.
Son una buena inversión ya que suponen un importante ahorro energético al abrirse en el momento necesario y
cerrarse rápidamente, manteniendo una óptima climatización del local. Son
ideales para farmacias, gasolineras, comercios, etc…
Nuestros modelos se instalan sin obras adicionales lo que redunda en un mejor
precio del conjunto.
Disponible en diversos acabados, con o sin periferia de aluminio.
Sevilla a 29 de Febrero de 2016
Francisco Rodríguez Estévez