Como cada año llega el recuerdo del pasado en este día de
quien siendo patrona de la misiones demoró con una eterna provisionalidad las
que iniciaron los placeros de la Encarnacion repartidos en una diáspora de tenguerengue
y asbestos por demasiados años.
Es en este que se cumple los cuarenta y tres de aquel
abandono, cuando bajo la micologica aporía del laberinto se cae en la cuenta que la misión, por lo
sufrido más recordaba las cuatro plumas
de Zoltan Koldar como el clásico film, por cuanto solo son cuatro placeros los
que al día de hoy pueden recordar en su vuelta aquel abandono.
Hoy llegan los concursantes italianos de un programa televisivo patrocinado por el Banco Popular de Milán, es una misión difícil pero que logran salvar la prueba con mi colaboración y lo celebran con un selfie de recuerdo.
Hoy llegan los concursantes italianos de un programa televisivo patrocinado por el Banco Popular de Milán, es una misión difícil pero que logran salvar la prueba con mi colaboración y lo celebran con un selfie de recuerdo.
En la actualidad la misión es aventura difícil, otra con no
menos sufrimiento por como cuesta
convencer a los responsables en la irresponsabilidad de la desatención que se
padece incomprensiblemente desde el primer momento y que ya merecería, sin tener
que encomendarse a Santa Teresita. Son la consecuencia de la desigualdad en el
enfrentamiento, cuando después de casi
seis años allí no advirtieran cuantas
deficiencias se observa a primera vista en lo que llaman plaza municipal de abastos,
en especial la falta de una puerta automática a ser posible en el lugar que la
pura lógica indica su colocación, tal como a diario inútilmente muchas personas
la buscan como lugar referencial pero inexistente.
Ahora las cuentas se hacen pasada la Esperanza, algo
premonitorio y desesperanzador, y cuando lleguen las vísperas de un nuevo Adviento los puestos cerrados nos recordara
esta encarnación en la que las ausencias llevan una velocidad desproporcionada que devalúa
incluso el valor del tiempo.
Santa Teresita nos lleva al pasado y cuarenta y tres años después
de iniciada aquella misión los
resultados fueron tan desesperanzados que incluso se paso la Esperanza para
salir de la provisionalidad eterna y conseguir llegar hasta llegar hasta este
laberinto que en menos de seis años ya se cobró seis ausencias, a este ritmo
los días pueden estar contados si no se encuentra la salida……. Cuando menos una
puerta.
Sevilla a 1 de Octubre de 2016
Francisco Rodríguez Estévez
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