No me había hecho ilusiones, pues el sistema lo hace mas que dificultoso siendo algo tan sencillo, pero es cierto que a pesar de todo albergaba
la esperanza, ya que puesto el asunto en
conocimiento de una nueva responsabilidad, distinta a las anteriores, y que esta
mostraba tal grado de interés por el asunto que parecía que se pudiera solucionar.
De hecho, lo de la puerta va para más de cinco años y medio, en cambio lo de la mordida se está
acercando al medio año bisiesto, y es nada
menos que el del mono de fuego de los chinos (el que abre puertas y heridas) que
otro podía ser.
Pasadas las tres semanas después de la entrevista sostenida con la responsable
nada hace presagiar el futuro que el mico augura (abrir la puerta), por más que
fuera bajo la micologica cubierta de madera donde se consume como rescoldos la
ilusiones de unos placeros que no ven salida en el galimatico laberinto, por lo
que fácil sería empezar por la puerta.
Cuatro semanas después
de la visita al cirujano al que era perceptible ver que mas tenia de cierto mosqueo
por el sistema, que interés sanatorio y a nada, a primera vista, no hace otra cosa que enviarme al plástico, al mismo tiempo que ni
remite el continuado dolor al tacto, posiblemente con indicios suficientes, según otros
galenos, que tengan un origen neuropatico, y a todo esto con las premisas con notificaciones de otras citas enviadas
por el sistema para que valoren el alcance del problema, pero que por el
momento este se encuentra como lo de la puerta automática de lo de la
Encarnacion, que ni dan soluciones, y en esto de la punta, como que tengo el palpito del
herido anular que pasado tanto tiempo posiblemente ni se le vea la mas minima. El trámite es el trámite.
Me ocurre con la herida del dedo, al tener toda la sensación que
este tumefacto anular acumula toda la intención de querer escapar , y salir como un glande hinchado de la piel estrecha
de un prepucio que le aprisiona al menor intento por asomarse tal que fuera por una
puerta inexistente y quedara cegando todo intento.
Cuando me visite el médico que conoce la evolución de la
mordida que me tocó padecer en parte por la desatención en aquel momento que se
requería y en parte por dejar una herida durante tantas horas esperando una intervención que
se presumía fácil, pues …..al igual que lo de la puerta está visto que las
intervenciones fáciles nos hemos propuesto hacerlas siempre lo más difícil posible,
por esta vez, siendo martes como el planeta rojo y mi henchido dedo, le haré hincapié
tal como me aconsejan cuantas personas lo muestro que me remita al neurólogo de
la casa. Digo, que por cambiar.
En cuanto a lo de puerta automática, pues parecía que el cumplimiento
de la Ley de Accesibilidad sería motivo más que suficiente , para no tener que
realizar los partes de guerra tal fueran a enviarse al mismísimo Marte, que por aquello de protector
de las plazas de abastos sería mejor a Mercurio, aunque esté prohibido en los termómetros.
Al final todo es cuestión de medir, que diría Priapo, pero me temo que hay
demasiadas cosas que se hace imposible, y no solo el tiempo, pues al parecer si
miras una estrella, dicen que se hace en el pasado.
Eso siendo la buena, ni me imagino la mala. Que son tres semanas, o cuatro, ¿Un mes?
Eso siendo la buena, ni me imagino la mala. Que son tres semanas, o cuatro, ¿Un mes?
Sevilla a 10 de Junio de 2016
Francisco Rodríguez
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