sábado, 18 de junio de 2016

Como dijo el doctor

Aparte de decirnos que solo era medico, cosa cierta, cabe resaltar que merecería ser esculpida aquella de que lo de la Encarnacion no se explica, porque no se entendería. Por cierta es esta la frase lapidaria donde las hagan la que cobra todo el sentido después de pasado más de ocho años.
Acaso fuera esta la única respuesta que cabía sobre las explicación que los medios le solicitaban acerca de lo que se estaba haciendo en lo de la Encarnacion, donde justificaba “aquello” debido a los años de abandono del solar, y la degradación del sector comercial por tal motivo, y como si tal cosa tuvo a bien considerar que allí no se podría hacer otra cosa y por lo tanto tampoco cabía mas explicación, pues no se entendería. Y se quedó tan pancho.
El tiempo le ha dado toda la razón, lo de la Encarnacion no hay quien lo entienda, ni tampoco se explica. Ya en el principio era rarito, incluso que tuviera dos concursos para adjudicar la obra, y qué decir del polietapico final de inauguraciones. Más de cinco años lleva la plaza municipal de abastos inaugurada, y cuesta encontrar si alguien conoce la superficie de esta que como no puede ser de otro modo tiene la titularidad del Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, y que ni decir tiene que a simple vista más parece que ni miraron el propio reglamento en vigor.
Si galimatico resulta la cota cero, la del laberintico mercado, de calle sinuosa con puertas anuladas, bar de copas en viario público  (según proyecto) con vistas al Imperio, (antes de convertirle en papelera), y otras zarandajas de modernidad, como salidas de aire caliente en lugares poco propicios, goteras en los accesos, y veladores con carpa obstruyendo la visualización de estos, no se queda atrás, la cota menos uno.
Ya dividida en dos partes, de una la calle comercial con escalinatas y rampas conducen a la musicalización del pasado de la ciudad, con salida a dos edificaciones de forma cubica en calle Imagen, con rampa de frustrado aparcamiento, y de otra para la zona de carga y descarga y servicios de la plaza de abastos  compartidos con todos los servicios agrupados que en este lugar vinieron a instalarse por lo que resulta más que difícil discernir a los usuarios y que decir su aplicación en el capítulo de gastos.
Así nos encontramos con el contrato de concesión del Metropol, donde la plaza municipal es de gestión pública, teniendo la concesionaria, cabe suponer que en contrato de servicios, el mantenimiento, conservación y reparación, limpieza, y vigilancia, que llevaran incluido los de fungibles, agua y electricidad, y seguros. Mas solo puede ser conjetura, pues si no se explica, como diría el doctor no se entendería.
Sevilla a 18 de Junio de 2016

Francisco Rodríguez Estévez

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