Cuando al berlinés se le ocurrió aprovechar la azotea de lo
se intuía que nunca seria plaza municipal de abastos a modo de lugar de esparcimiento
juvenil, ya me pareció que podría convertirse en botellodromo con escalinatas
meodromo. No era difícil predecir que con el cerramiento llevado a cabo en la explanada de la
Macarena, lugar histórico para los inicios o finalizaciones de las
manifestaciones, la remodelación de la Plaza Nueva, donde nunca sale un responsable
solidario, salvo que le venga bien, la lógica hacía pensar que bien la Alameda,
¡Ay, Encarnación!, seria este nuevo espacio de acogidas. una azotea capaz de albergar todo
tipo de “eventos”, cacharritos, tenderetes, y bandas de cornetas y tambores,
pista de hielo y lo hiciera falta para que aquel desangelado lugar no pereciera
tan hostil y desierto. ¡A La Encarnación!, ¡A las Setas! Sevillanos a las setas, todos a las setas.
En esa que aparece lo
del 15-M, y mira por donde se hace uso de las escalinatas Sur de lo de la Encarnación,
como un excelente lugar para mitines del que ya habían salido algunas cabezas
de manifestaciones hacia el Ayuntamiento, así se va haciendo lugar ideal para
arranque de toda reivindicación que se precie, incluido bomberos, policía,
partidos emergentes asociaciones de la tercera edad, y todo ello con la
tolerancia tanto del concesionario como el concedente.
Ya era lamentable que a la azotea le asignara por deseo
personal del doctor el desacertado rotulo de “plaza mayor”, por lo que nunca será reconocida,
ya que ni es mayor salvo de indignación que puede producir, ni por supuesto es
plaza, que eso en esta ciudad siempre fue azotea.
Ahora la noticia de que a la azotea de la Encarnación quieren
llamarle del quinceeme, se me antoja que debe de ser algo ocurrente, cosa que
en esta ciudad suele ser peligroso por cuanto tenemos en nuestras carnes lo de
provisional, y ya cuesta rectificar tal como seria colocar una puerta automática
en la plaza municipal de abastos para cumplir la Ley, dotar de servicios de aseos
reglamentarios la planta sótano, sin olvidar los accesos a los de la “Nube” que
así llama en el proyecto su autor a la epatante cubierta antes de que se
transformara en mirador social, y la plaza de abastos en laberinto.
Viene esto porque al parecer dice la noticia que existe la
propuesta y que está secundada y apoyada por todos los partidos del actual
consistorio, y eso deberían sus ilustrísimas de hacérselo ver. Quedamos, o no,
que es aquello es AZOTEA, y no plaza y quedamos también que con la propuesta de no llamar
lugares públicos con connotaciones políticas (y religiosas), parece que no es
aconsejable, pues nadie quita que en el futuro venga otra ley de “meomoria,” y
estudie la situación de lo allí ocurrido, en la escalinata Sur, con aforo de Gol
Sur de “heliopolis” que desaparece, y lo mismo pasa que a la Encarnación, que cada
día se la conoce más por lo de las setas. Ni es igual, ni es lo mismo.
Sevilla a 15 de Mayo de 2016
Francisco Rodríguez Estévez
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