miércoles, 27 de abril de 2016

Resultado de imagen de excavacion arqueologica en el solar de la Encarnacion de Sevilla
Lunes, 16 de junio de 2008

La estacion del metro
Metro de metropol
Por más que le pongan metropol, aquello no tiene nombre. Basta ver el ritmo de la obra, que ahora marcha con velocidad lenta, a la que llaman de seguridad, para advertir a simple vista lo que acontece. Tiene eso de la Encarnación, que fue proyecto premiado, y es obra adjudicada en concurso público, toda la pinta de que algo no marcha bien. ¿Error en la cronometrica? ¿Error en los cálculos?
Es sabido que eso de “las setas” obtuvo el galardón de icono, por los meritos que el jurado de prestigio alcanzó a ver en los paneles selectivos y posteriormente en la maqueta, que otra cosa es la realidad, siendo el fallo favorecedor concedido por la atrevida estación propuesta para el metro. Aunque para idea, ¡que idea!, la que se aportó posteriormente desarrollando la solución de un gran aparcamiento perimetral.
Hay que recordar que esta fue desechada con la misma firma que quedó estampada en lo del aparcamiento de cinco plantas, aquel de cuando la Hispalis era cuestión de cuatro piedras. La realidad es por el momento, que ni metro, ni estación de metro aparecen por en el metropol.
A nadie escapa que aquello más que rompedor y de vanguardia, se antoje un pelin caprichoso, no en balde el costoso proyecto cambió de constructora para ponerle velocidad de prisas, y estas suelen resultar caras.
Adjudicado a la empresa que mas celeridad impondría en su realización y ofertaba el mejor precio, según documento, en el que aparte de la consiguiente penalización por la demora, el contrato suscrito para realizar metropol-parasol, cabe suponer que la atrevida estación para el metro debería de haber estado terminada, debe de entenderse que en funcionamiento, en la fecha prevista. Siendo esta, con todas las variantes ofrecidas, en la actualidad desconocida, fecha ignota, pues definitivamente no hay quien la sepa, para que metropol- parasol pase definitivamente a ser lo que se ha dado en llamar el nuevo referente de la gracia sevillana.
Como los plazos aprietan, (seguro que pasado este tiempo lento, de seguridad, volverá el de las prisas, el de temeridad) seria pues el momento de además de incrementar el costo de semejante cosa en ocho millones de euros, ocho de la Encarnación, para volver a colocar a la desubicada Hispalis de nuevo, donde no afecten a las enormes zapatas de la mas invasivas de la cimentaciones, que se dotara, por aquello de la sostenibilidad, el que corresponda para el ahorro energético, instalando tal como establece la Ley, los paneles fotovoltaicos.
Aquí nos quedamos, estación para el metro en el metropol, y paneles solares en el parasol. En otra ocasión será la azotea botellodromo y la contaminación visual. O tal vez lo de las escaleras y el metro-centro, y algún día le llegará el turno a lo que quedará convertida la plaza de abastos, esa que entre aplausos fue calificada nada menos que como mercado emblematico. ¿Hay, gracia?
Sevilla a 15 de Junio de 2008
Francisco Rodríguez Estévez

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