miércoles, 3 de febrero de 2016

Hace ocho años

lunes, 4 de febrero de 2008

NUEVE ESTACIONES (con la del metro)

De fenicio a galáctico

Ante la decepción de una inauguración anunciada para Otoño, aplazada para Primavera, y demorada para el Invierno,( justo para dentro de ocho estaciones) no queda otra que esperar, ante argumento tan sólido como es la seguridad, para que el calculo de las laminas del revestimiento de estos hongos gigantes, tal vez alcauciles, sea el correcto, incluso, si le viniera el sobrepeso de una copiosa nevada.
Cierto es, que a muchos dejó frío la noticia después de tanto tiempo, pero a nada se volvió a la tibieza en pleno carnaval.
Con la cuaresma encima y los quinarios en puerta, los únicos hongos que preocupan son los de la pudrición parda producida por las esporas activas, que serán atacados con fungicidas, por el restaurador, una vez que acabe la Semana Santa, lo que no impedirá, salvo la lluvia, que por los de la Encarnación pueda procesionar en el misterio.
Convendría pensar sacar algo positivo del lógico retraso que, con dos veranos por delante que sufrir bajo las chapas del mercado provisional, la responsabilidad tome alguna medida para que se bajen algunos grados a fin de hacerlos mas llevaderos, pues técnicas hay, y al menos para que los vendedores tengan en ese amplio periodo una adaptación y no les suponga un choc lo que cuesta entrar de sopetón en la modernidad climatizada.
Tambien se puede aprovechar el impasse, que tal vez pueda prolongarse por aquello de la realización de la estación del metro, la terminación de la excavación arqueológica, clausurar la inútil rampa, la colocación de las obligatorias celulas fotovoltaicas, y la posible afectación en eso de la contaminación visual de la nueva Ley del Patrimonio Histórico, que, antes de que se redacte el nuevo reglamento de mercados de abastos, al parecer previsto por la poca aplicación del actual, nada mejor que estando en vigor pueda ponerse en practica algunos de los artículos acerca de la formación y técnicas de ventas, cuyas enseñanzas vendrían al pelo a estos vendedores, antes de jubilarse, para que acostumbrados a unas estructuras obsoletas, del siglo XIX, (1820), degradados por unas instalaciones provisionales del siglo XX, (1973), el salto en su preparación nada tendrá que ver al que de ellos se espera en estas nuevas instalaciones, de vanguardia, modernas y futuristas del siglo XXI,(200(¿)), en las que estos vendedores tendrán que desenvolverse, al menos con cierta seguridad, sin temor al desplome.
Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla 4 de Febrero de 2008

sábado, 2 de febrero de 2008

La Ley es la Ley

Tiempo suficiente

Con la demora, existirá el tiempo suficiente para cualquier cosa. Mi objetivo era llegar a las dos mil cartas antes de la aplazada inauguración, cosa que ahora queda facilitada, y estoy por ampliar el número, si es que no cambia, como cambian leyes y reglamentos, este asunto con divisiones de opinión, sobre todo en la interpretación que se hace de lo escrito, y que no son estas.
Como no podía ser de otro modo, hay quienes piensan que escribir sobre la Encarnación, a estas alturas, no deja de ser una inútil lucha, incluso que no cabe más literatura.
Quizás ignoran que esto no es cosa de batallas, ni guerras, que siendo la escritura acto de paz, solo la Ley puede impartir justicia.
Esperando, en esta que me invitaron a conocerla nada menos que en el paraninfo de la Universidad, donde los damascos rojos que adornan sus paredes hacen juego con la moqueta, sabría como salió la neonata.
La última vez que tuve la oportunidad de encontrarme en tan noble lugar lo hice como coralista, para romper mi garganta con los agudos de un gaudeamus en honor de quien mereció ser Nóbel de la Paz. Me temblaron las piernas a nada que se abrieron las enormes hojas de esa puerta, que tambien ha sufrido la barbarie, hoy felizmente recuperada, y darme de bruces con el salon, al completo, lleno de rasos negros y gorritos con borlas de todos los colores. Sentía como si todas las miradas se clavaran en mí en los pocos minutos que duró la parábisis musical.
Al finalizar pude estrechar la mano de esa diminuta mujer, de rasgos indígenas, que se hizo grande y querida por su tenacidad, por su valentía, por su lucha a favor de su pueblo, y por extensión de tantos otros, maltratados por actitudes de potencias políticas y económicas.
En esta ocasión volví a sentir la misma emoción al escuchar repetidas veces menciones sobre la Encarnación, pensando que esto se debía por estas cosas que escribo, y que según dicen es una lucha, si bien no tengo muy claro que forma tiene ese enemigo, que no se muestra.
El hecho de poder disponer de unos segundos, para utilizar la palabra, cuando de parto múltiple, dentro de su periodo gestacional esta recién nacida alumbrada en el macareno Hospital de la Sangre viene para ser Ley, me hizo decir que fuera para todos, al menos para que ese porcentaje mínimo, no acabe cansado y solo le quede ganas y tiempo suficiente para leer, o escribir.
Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla 2 de Febrero de 2008

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