domingo, 24 de enero de 2016

Sevilla se postula como destino para el turismo de accesibilidad
A por ello

Cuando esta callada ciudad se encontraba en pleno pacto, ¡que dolor! cuando el resultado de lo gestado poco importaba lo que fuera a salir de esa unión extracarnal de un “ayuntamiento” de intereses primos, tu Alameda, ¡Ay, Encarnacion!, pues resulta que llegó lo de Madoff, y con la crisis se taparon todas las tonterías. A falta de arcas que vaciar, bien venia un tipo así para “salvar el culo” que diría Amadeus, sin imaginar la larga lista de avispados discípulos, de la escuela de Gestas. ¡Qué cruz!
En la callada desde luego no pararon, y casi una década después basta pasear por entre veladores y bicicletas, para caen la cuenta de que no es el precio de la gasolina, que por cierto no reduce de precio por mas que el barril de Brent cotice a la baja, y la ausencia de coches es una medida disuasoria, aparte que siendo saludable el caminar, no sea ya por la contaminación de los escapes, pero es que en la callada ciudad se olvidaron de los aparcamientos que se iban  a realizar, y por eso entre caprichos y peatonalizaciones resulta imposible mover el coche, que por lo general se pudre en la inmovilización.
Lo de la Encarnación, ¡Ay, Alameda! Debería de haber sido sostenible, algo actual al siglo de las tecnologias, pero también se olvidaron las fotovoltaicas, y en su transgresión intencionada, no solo modificaron las alineaciones, sino que se saltaron la Ley de Patrimonio Historico de Andalucia, y con toda seguridad ni se leyeron el Reglamento de Mercados de Abastos en vigor, pues no se explicarían tantas deficiencias, por mas que el doctor ya dijo que lo de la Encarnación, ¡tu Alameda! No lo explicaba por aquello de que no se entendería, y el caso es que estaba en lo cierto.
Poco puede importar si lo que llaman plaza municipal de abastos, ni por asomo llegue a ser locomotora del comercio, ni la calle cubierta llegara a ser la prolongación de la quinta avenida de Nueva York, aun siendo cierto que se ha revitalizado la zona, colmatándola de bares, cuando tenía la calificación de zona saturada de bares y ruidos.
 En la actualidad a falta de metro y metro-centro, dos promesas incumplidas, al menos Alameda y Encarnación  reparten la oferta de ocio en estos tiempos que el establecimiento comercial tradicional lleva la tendencia de extinción, tal como el bucardo.
No será pues cuestión de “que se tiente la ropa”, cual vaticinio del doctor para que una vez concluida la prioridad inaugural del  micologico conjunto, se procedería por si alguna vez se pudiera saber la identidad de cuantos tuvieron responsabilidad de este capricho, pero es que en esta callada ciudad  donde apenas se cumple con lo dispuesto, //www.agenciaandaluzadelaenergia.es/administracion/ahorro/edificios-publicos, basta un cambio de higiene por alternancia y a la primera se ofrece, según se lee la noticia de actualidad que: -."El Ayuntamiento de Sevilla y la asociación nacional sin ánimo de lucro Predif, cuya principal misión es promover la igualdad de oportunidades y la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad física, han rubricado un convenio de colaboración para avanzar en el Proyecto de Accesibilidad Turística de la ciudad de Sevilla y reforzar las iniciativas en materia de turismo accesible para todos. Con ese convenio, firmado en el marco de Fitur, «pretendemos mejorar las condiciones de accesibilidad de los entornos, productos y servicios turísticos de Sevilla», según ha explicado el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio  Muñoz" lo que da que pensar que lo de “las setas” estará excluido, si no tampoco se explica.  
Llegar sobre silla de ruedas  a los aseos en la planta alta, que  a Jurgen Mayer gustaba llamar “nube”, será prueba imposible de realizar, pero ya ven, las setas también lo eran para Arup. Y con todo esto aun no se ha tomnado ninguna medida para la instalación de puesta automática en la plaza municipal de abastos, esa que prometió el alcalde, cuando era candidato, delante de la presidenta de la Junta y que según el Sr. Cabrera, delegado de casco antiguo, en el dintel de la puerta de la Esperanza, remitió esta al Sr. Muñoz,  y todo parece a tenor de las declaraciones o una de dos o el asunto de la Ley de Accesibilidad, que no es ninguna broma, tiene a la mayor brevedad en curso lo de la puerta automática la delegada Sr. Castreño, o prefiero no escribir lo que llego a pensar. ¡A por ello!
Sevilla a   24 de Enero de 2016-
Francisco Rodríguez Estévez                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                

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