En aquel tiempo abrieron a bombo y platillo esa enorme zanja
que hiere la sensible piel de la ciudad, como herida en la carnes propias, con tan solo verla. Utilizaron toda la fanfarria posible en
aquella mañana estival donde, el calor vacía la ciudad, y esta, naturalmente,
tenía a la mayor parte de sus ciudadanos fuera de ella. Las obras son como las
bicicletas. Pero como aquella, y sus urgencias, no tenía sentido alguno y así,
parecíamos que con solo aplicar el sentido común hacíamos un acto adivinatorio,
lo predecimos, lo dijimos y lo escribimos.
El tiempo, eso que quita y da la razón, repite cada día, de
cada año, desde aquél desafortunado 13 de Agosto de 2002, que tuvo al punto del
colapso económico al comercio aledaño del incombustible mercado provisional,
que resistió in articulo mortis hasta la reinstauración del paso de vehículos
durante ciento veintinueve días, la INUTILIDAD de la rampa de la calle Imagen.
Rampa inconclusa, que no tiene argumentos para permanecer,
pero que está, aun siendo tan inservible como se pronosticó en los tiempos de
Blas.
En este de 2005, con las urgencias de que otro pacto la deje
fuera de este juego iniciado, la llamada valerosa, la valerosa concejal Guerra,
en batalla contra su propio destino, llegó a desestimar el NOBLE pasado de la
INVICTA, apostando por convertir el acceso al centro de la HEROICA en un tapón,
ratonera para confiados automovilistas, y desesperación de los usuarios de los
transportes urbanos, y convertir al LEAL mercado en un hipogeo para los
placeros fascinados con sus profundos encantos, y a la Hispalis en relleno de
obras.
Que aquel lejano y caluroso martes de Agosto, de 2002, cuando
la MARIANA permaneció tan CALLADA como
siempre, fuera trece, no deja de ser una extraña coincidencia, pero desde
entonces pasaron tres que dejaron de
pasar los Reyes de Oriente por Imagen, y ni las súplicas de Claudia, para que
su esposo se moje algo más que las manos, hace posible que, en su retorno,
vuelva la ESPERANZA por su plaza. ¡Qué mala suerte!
Sevilla a 17 de Marzo de 2005
Francisco Rodríguez Estévez
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