El recibo

Por mas que me parezca que lo de la Encarnacion no es de recibo, la cosa lleva para cinco años, y es que no entenderé nunca que los placeros se tragaran lo de la sinergia del comercio, lo del emporio de riquezas, e incluso que la galimatica y labrintica plaza municipal de abastos, por las ganitas de salir de la provisionalidad aceptaran lo de locomotora del degradado sector, pero lo peor aparte de los palmeros de tanta vanguardia, me lo recuerda el recibo.

Que aquel jurado, dijeron que internacional de prestigio, quedara entusiasmado al ver los paneles de una idea PARA UN MERCADO DE ABASTOS MUNICIPAL, nada menos que unos tornados de cobre, como que le pasa a cualquiera hasta ideas raras, alucinantes , mas aun cuando cada mes me lo recuerda el recibo.

Son muchos recibos cada mes para que los placeros inexplicablemente aun resistan en un lugar insostenible, y no solo por aquello de que en tanta modernidad se olvidaron, o se eliminaron, al igual que se redujo el número de placeros, no solo del necesario aparcamiento rotatorio, aunque hubiera sido en el perímetro.  Son los altísimos costos de mantenimiento que le signaron en prorrateo, y que se supone aun sin porcentajes, tener que compartir por no existir infraestructuras individualizadas para cada sector, nivel, o espacios, ya sean, plaza elevada, calle sinuosa, bar de copas, planta sótano, antiquarium, servicios, o paseo socializado en la nube. Todo es totum revolutum, en el que hace imposible saber la superficie que tiene asignada por ocupación la plaza municipal de abastos, y cuanta superficie es compartida, y con quien. Decididamente asi pasen tantos años que aquello no es de recibo, ni sostenible, algo que hasta le fue reconocido como tal, pero que por el momento la sostenibilidad de las setas la tiene la compañía eléctrica que esa si que pasa el recibo. Con lo bien que hubiera venido unas fotovoltaicas en tanta modernidad, incluso cumpliría con la Ley FERAEE, porque con la Ley de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, se hace más difícil, y es que en el laberintico diseño hasta se advierte como que ni miraron el Reglamento de Plazas Municipales de Abastos. Pero ahí seguimos.

Un barrio alemán produce 4 veces más energía de la que consume gracias a los techos solares

En breve viene el autor, desde Berlín, para hacer un acto promocional de su obra, y sus elementos como icono que se integra en esta ya de por sí novelera ciudad. Si por un casual le veo no podre decirle nada de la puerta, ni lo de la calle desértica, pues se dé forma suficientemente clara, que lo de la plaza de abastos no es cosa suya, pero le pienso recordar lo de las fotovoltaicas, y no me valdrá que el concejal le dijera que las suprimiera, como a los placeros, por más que me parece que reduciéndolos en su número, los costos se encargarían del resto. Mucho me temo que eso si no es de recibo, me lo parece.

Sevilla a 21 de Agosto de 2015-

 Francisco Rodríguez Estévez