Golpeando los cristales me anuncia de su llegada, justo
donde falta la puerta. ¿Quién lo diría? El propio autor buscando la puerta para
acceder al interior del laberinto, que nada o poco tiene que ver con la idea
premiada, ni tan siquiera con las numerosas rectificaciones que este proyecto
imposible le llevó para satisfacer el ego político, y que supondría un reto
profesional que traería difusión de su trabajo, y los emolumentos que le acompañarían.
Ahí está lo de las setas, y poco importa si se saltaron leyes, normas, y
reglamentos, mas cuando todo pasaba inadvertido incluso para la propia dirección
de disciplina urbanística, y que decir de la leal oposición. Para cinco años lleva aquello creando
la polémica que auguraba nuestro visitante, mas advierte de inmediato que la administración
política no ha realizado ninguna acción que subsane errores de funcionalidad
que evidentemente solo los detecta el uso y el tiempo.
Posiblemente a tanta modernidad le hubiera venido bien las células
fotovoltaicas para que de verdad la edificación fuera sostenible, incluso que
la azotea tuviera elementos vegetales, servicios, y alguna singularidad como
pudiera ser la clepsidra, que despertara el interés de una dura plaza sin más
contenido que el desacertado uso para colmatarlo de eventuales kioscos de feriantes.
Ni que decir tiene que la contaminación visual que ejerce el estípite de la
llamada P-6, sobre la fuente más antigua de la ciudad, seria merecedor de su demolición,
mas cuando el puente resultante tampoco tiene la aplicación que lo origina,
pues con la excusas de la seguridad el paseo de la vista socializada quedó
mutilado. Pero ahí está. Su autor ha venido para un documental promocional en
el que se omite deficiencias que se quedaron en otras responsabilidades, y no
solo lo de la puerta automática, o la calle convertida en bar de copas, o las
deficiencias en el alcantarillado que de continuo tienen que ser succionados,
pero transmite los olores por todos los recovecos que quedan suspendidos ante
la falta de renovación de aire. Otro olvido.
No era el momento, este de un amable encuentro con Jurgen
Mayer, para repetirle una vez más las deficiencias de una plaza municipal de abastos,
en la que tuvo otros responsables, aunque las salidas del ponzoñoso aire caliente
con el que se accede a la sinuosa calle, donde se colocaron cuatro puertas de
la forma más desacertada posible e inútiles desde el punto de vista de optimización
comercial del laberintico espacio, como que intuyo que algo debe de ser de su
autoría.
Los deficientes aseos, y servicios, así como la dispersión
de los lugares que se supone ocupa la plaza municipal de abastos, hacen que el
revoltijo esté falto de transparencia en los costos, por más que se tenga una
supuesta ayuda municipal, y estos hagan de la plaza un mal negocio, tan malo
que incluso Sacyr, ha manifestado reiteradamente el interés por cancelar el contrato,
pues parece que no le salen los números de encaje de bolillo que le hicieron en
la administración, y más sorprende que no los repasaran. Que le podemos hacer.
Jurgen no encontraba la puerta y para llamar mi atención golpeó
reiterada veces el cristal, justo en el tholo en el que había previsto una de
esas fuentes bultos que ni por asomo
sale una gota de agua, y van para cinco años. Los mismo que hace que por suerte,
me hizo caso y no la instalara y que
dejara ese lugar para la recuperación de la estatua de la diosa Ceres, y proceder
con una ligerísima modificación de los perfiles de aluminio, para colocar allí
la puerta automática.
·
Se marcha Jurgen, la visita ha sido breve y fructífera,
de ello dará cuenta la periodista que realizara el trabajo en revista especializada,
por el momento solo nos queda que en la hoja de ruta que en breve se elabore en
la delegación, no quede estos problemas sin resolver, que tal como dice su
autor, son cosas de la administración, pues no sería nada costoso reducir el
revestimiento de las treinta y seis enormes columnas con lo que se ganaría bastante
en la diafanidad que se carece. El autor
dice que es cosa de la Administración, algo que siempre dice la oposición, y
que en la gobernanza por el momento los
anteriores olvidaron. El nuevo alcalde me dijo que el abriría la puerta, y eso
mismo me dijo el anterior
Francisco Rodríguez Estévez
No hay comentarios:
Publicar un comentario