Camping

Desde luego me fío más de los mayas, por aquello de que acertaban más en sus predicciones. Seguro que esto algún día tiene que acabarse, pues es algo tan seguro como que abrirán la puerta, la de la Encarnación, pero por el camino que llevan estos no parece probable que nos coja a ninguno de los que estamos por aquí. Sin embargo, en la predicción aparece que mañana será el día definitivo.

Esta revelación la formula el señor Camping, como camping gas, de nombre Harold, como los almacenes famosos, y por como se ve el cielo en este atardecer otoñal, es evidente que poco futuro tiene como visionario, pues ya sería mala suerte que acertara, y se acabara el mundo mañana, cuando ni tan siquiera da tiempo suficiente para que  le hubieran puesto la puerta automática a lo de la Encarnación.

Me fío mas de los mayas, para entonces sí que tiene que estar la puerta abierta ,y entonces que se acabe lo que sea, pues me tendría que jubilar si, o si, y no es lo mismo con la puerta abierta, que como la del príncipe llena la cartera, que si no se abre y te lleva a los hules.

Desde la última acampada en la plaza de la mayor indignación, camping asambleario de una minoría de la mayoría, donde se grita que se acabe esto, una vez que se ha constatado que hay mas chorizos que pan, lo que prima es encontrar una salida, y cuando menos una puerta.

Pero no están en lo de la Encarnación por atender, por escuchar, y comprobar que abrir una puerta es una gran solución y no un gran problema, ni tan siquiera un gasto superfluo, pues claramente se trata de una pequeña inversión que revalorizará ese galimatico y laberíntico lugar supuestamente municipal en el momento en que el público en general acceda con mayor facilidad si cabe, que para hacerlo tener que buscar puertas inexistentes, y que decir, cuando para salir no tengan ni que preguntar por donde se sale del laberinto, tan perverso como el de  Creta por su inspiración en que convirtieron este que no fue ideado por Dédalos, aun cuando se tenia previsto que fuera “dedalitos”.

No me cabe la menor duda de que en cuanto la autoridad municipal responsable en mercados, que hasta pido ser placero, decida venir algún día de estos al de la Encarnación, y lo mismo se da cuenta de lo de la puerta, y por lo tanto no hay que decirle nada.

 Es tan solo una predicción, como la de los mayas, que por cierto me fío más que las que hace el Camping, Harold para los amigos, y lo mismo se le pone final a esto,  y se acaba todo, con el responsable ordenando que se abra la puerta para poder salir de aquí.

Sevilla a 20 de Octubre de 2011

Francisco Rodríguez Estévez