jueves, 7 de mayo de 2015

Resultado de imagen de fuente de la Encarnacion de Sevilla
Y Sevilla

Lo mismo es moda, pero no creo que las cosas de esta ciudad, donde tantas ocurrencias nos suceden para ser llamadas vanguardias, por no decirle tonterías, pues como que, en lo de la Encarnación, nos vuelve a aparecer como si de un oasis se tratara una vez mas el asentamiento de jaimas.
Un evento estacional, que por cuatro veces al año hace que al menos, la deformada placita, y la mutilada fuente, desaparezcan en la indefensión del cumplimiento de la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía.
 Por las que hilan se iba a permitir en cualquier otra ciudad la tolerancia del incumplimiento de esta Ley, pero para eso hay que tener como posiblemente en aquellas que se cumple, responsables en la responsabilidad e irresponsables en la oposición, pues esto solo recae en el poder, y no en la callada actitud ciudadana, cuando la fuente más antigua de nuestra ciudad queda oculta por el zoco de tenderetes que le organizan desde el propio Ayuntamiento al alimon con la concesionaria, en suelo publico, para dar ese espectáculo de contraste entre modernidad europea y la cultura norteafricana del nomadismo con sus tenderetes provisionales. Ya sabéis lo de provisionales en lo de la Encarnación.
Bajo la escalera Sur, a la calle peatonal la convirtieron en bar de copas en un plis plas, con puertas incluidas, y en el espacio de salida del la calle cubierta, la que fue definida por el Vice-Alcalde del momento, cuando en sonambulismo soñaba, nada menos como la prolongación de la 5ª Avenida de Nueva York. Pues al igual, ocurre en este in vigilando que tomado el lugar por los veladores  bajo marquesinas, ocultan toda posibilidad de entrar a quienes intentan, para discurrir por el laberinto de una penosísima plaza municipal de abastos, acaso buscando la posibilidad de cruzar a través de este espacio, donde los olores se mezclan, los salideros de aire caliente aportan lo suyo, y los camiones que succionan los pozos negros de la deficiente  alcantarilla, completan la aromatización llevada a cabo que, sin los filtros de renovación de aire da susto que, en lugar de aparecer el Minotauro, los visitantes traten de encontrar una salida justo donde para las risas del alemán todavía aquí se le siguen haciendo palmas.
Lo de la puerta automática para la plaza de la Encarnación es sin duda el paradigma de este tiempo donde tantos millones se buscan,  y no es de recibo que sean los ciudadanos, por muchas palmas que tocaran en su día, los que cuatro años lleven, unos para entrar y otros para salir, en lo que pueda significar cumplir la Ley, que se soslaya,  para que toda persona pueda acceder a este espacio municipal sin tener que se ayudada para mover las pesadas hoja, mas con el temor de que se pueda venir una encima, cosa que ya ha sucedido, y menos tener que esperar de por vida la colocación de una puerta que sin duda algo beneficiaría a este enclave que por caprichoso no puede ser mas anti-comercial, pues ni es locomotora del sector, ni sinergia del comercio, ni emporio de riquezas., Y………. ya ven.
Sevilla a 7 de Mayo de 2015
Francisco Rodríguez Estévez




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