Repeluco
El adn traía un helado repeluco en su interior capaz de
poner la carne de gallina, como la piel sensible, hasta al más dormido de los
placeros, cuando en la gratuidad del papel, se llega a leer en su interior lo
que parece ser una “ocurrencia” filtrada en la delegación de consumo, y que
viene a concebir la pasmosa idea de que la creatividad en la gestión de las
plazas municipales, necesitan disponer
de un nuevo reglamento. ¡Faltaría más!
Dice quien lo dice, que este se redactará con otros
argumentos más actuales. Me lo temía, no miraran donde deberían.
No cabe duda de que a partir de su aprobación este entraría
en vigor, será entonces cuando las tan abandonadas, como amordazadas, plazas
municipales de abastos de esta ciudad de las personas, según la declaración serán
pues, con este nuevo reglamento, altamente competitivas. Cuestión de esperar.
No te digo.
Por todo ello no se dice ni causas ni motivos que han
llevado al estudio para que el actual, que debe ser retirado, haya tenido una
duración tan corta, pero si la suficiente como para advertir que ha sido casi
en su total articulado incumplido por esa misma delegación que le cree caduco,
más bien sería molesto, dejando entrever que en el moderno se reforzaran las
medidas disciplinarias y sancionadoras para los comerciantes, en detrimento de
las dinamizadoras y formativas. Que se le va a hacer.
Así pues una vez libre los pasillos de cajas, las ventas
prometen como el nuevo reglamento, pues las disciplinas, según opina la
responsable, crearán las condiciones optimas para que estos singulares
edificios, de propiedad municipal, queden convertidos en emporios de riquezas
para que dinamice todo el tejido de la trama urbana de su área de influencia.
¡Toma ya! Ni me lo puedo creer, que cosas hay que leer. Esta seguro que no repite.
Lo peor será lo del horario flexible, dice que será más
acorde con los nuevos hábitos de compras de aquellos clientes que tienen otras
opciones en sus preferencias. Tantas bondades quedaran reflejadas en el que ya
vaticinan que se adaptará, con esta panacea de su articulado, en herramienta
imprescindible y de futuro.
Es de imaginar que se tendrá en cuenta los logros de los
trabajadores, en cuyo caso el mejor indicativo sería el que los propios servicios
municipales establecen, a menos que con el nuevo reglamento se pretenda tener
uno donde el descanso sea imposible.
Basta saber que en muchos casos la jornada de trabajo de
los vendedores de mercado, no empieza en
horas de negociado, pues los negocios comienzan en las madrugadas para realizar
las compras, y acaban sobrepasando las tres de la tarde, con lo cual no están
los cuerpos para pedirles exigencias con obligaciones, que bastantes se tienen,
como para freírles por los caprichos.
Lo que no estaría de más, es que es se estudiara, antes de
que llegue el calor, en lugar de reglamentos, la posibilidad de bajar algunos
grados en la temperatura que hay que soportar bajo las horneantes chapas de la
provisionalidad en esa Encarnación de despropósitos, so pena de que cuando
emerjan las phaloides amanitas, para engullir a los que resistan, quede alguno
sin asar.
Francisco Rodríguez Estévez
-Sevilla 2 de Mayo de 2006
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