sábado, 16 de mayo de 2015


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candidez

 s. f.
  Falta de malicia, astucia o hipocresía al actuar: scandidez le llevó a confiar en gente nada recomendable.


Sera por aquello de que mi capacidad de engaño no me permitiría en la vida llevar a cabo ningún cometido en  la gestión pública, ocurre que va a resultar ser cierto, aunque he tardado en aceptarlo,  que en este delicado y responsable cometido, las personas que lo alcanzan, una vez asentadas en su cuatrienio, no solo llegan a transformarse, sino que lo hacen  en tal rapidez que más parecen que fuera  fregolista. Aparte de la amnesia, y la sordera que suele atacar de inmediato. ¡Vamos! que no pierden la cabeza en cumplir lo que dicen.
Es el caso que me trae, por confiar en las personas que dan su palabra, pues después de cuatro años advirtiéndole por su responsabilidad que lo de la Encarnación es una ruina y que esta, como pueden imaginar,  no tiene nada que ver con la Colonia del Imperio, que aunque huele que apesta, según el garum y la fermentación de la deficiente alcantarilla, la verdadera ruina esta en el desacertado y laberintico diseño que se autorizó para esta plaza municipal de abastos donde la aleatoria colocación de las puestas, ninguna automática, con sus pesadas hojas abatibles, aparte de no cumplir con la normativa sobre la accesibilidad en los edificios públicos, ha venido a crear un espacio anti comercial que además crea desigualdades en los propios placeros según la situación de los puestos, y que durante cuatro años la responsabilidad en el mayor despropósito por subsanar errores opta por no hacer nada.
Las ruinas de la Encarnación, antes cuatro piedra, ahora verdadera joya, como queda descrita por Amores en el ejemplar que me acaba de regalar con dedicatoria, no guarda cuidado,  y aunque la suerte evito la desgracia la puerta, que no es la automática que tanto tiempo llevo reclamando, sino la que se desplomó encima de varias señoras que nos visitaban, pues parece que estas serán revisadas y reparadas por cuenta y riesgo de la concesionaria, que como se sabe reclama 36 millones de euros y el contador en marcha.
En este tiempo de pre urna, que no es de “cinis”, como dijo la concejala de finales de los ochenta que sería lo de la Encarnación, Encarnación de película, pues ocurre que es cuando mantengo la consideración con los candidatos, por más que esta se perderá  con los días, e irá desvaneciéndose al tiempo la posible admiración de sus  palabras, prometiendo acciones, que por fácil que sea nunca llevaran a realizarla. En lo de la Encarnación claro ejemplo de la puerta, estamos a la espera de los candidatos, será el tiempo en que aparezca la sensatez y todos vean lo necesario que se hace, y cuando menos si las ruinas son merecedoras de una revisión a fondo de las puertas, la lógica, cosa difícil de aplicar en política, debería de indicar que para no generar más ruina de la existente, pongan una o dos puertas automáticas, entre otra medidas imprescindibles, para evitar, que, sin tener puertas como Dios manda, el cierre de la plaza puede preverse para la próxima campaña.
Sevilla a 16 de Mayo de 2015
Francisco Rodríguez Estévez


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