sábado, 21 de febrero de 2015

Globalización
Un, dos, tres, y cuatro

Por el momento, de la reunión a tres bandas en lo de la Encarnación, como que no se sabe nada, de nada, salvo que los placeros, como punto de partida, se pongan al día en los recibos que habían decidido dejar de abonar a la empresa de mantenimiento, vigilancia y limpieza, que resulta que  también es la concesionaria, la misma que se permite efectuar el cambio de especie en las licencias municipales de venta, y realizar alquileres a la baja, e ineludiblemente, y de inmediato, tener que retirarse las pancartas que blandieron en el fenolico, y que ha tenido su resultado. Al menos, un encuentro a tres bandas.
Todo, en una acción algo desesperada y  mas que tarde, para evitar que siga languideciendo esta plaza municipal de abastos que, entre la laxitud del Ayuntamiento, propietario del lugar, y el abandono de sus competencias, junto con la dejadez de la concesionaria como prestadora de los servicios, y su mas que lamentable, y  extremado, celo en llevar a cabo cuestiones que no le son propias, actuando desmesuradamente en actos que solo corresponden a la delegación de consumo, y  los comerciantes…….  industriales, cooperativistas, vendedores, titulares de las licencias municipales de venta, a los  que no gustan que les llamen placeros, y que hasta la presente, indolentes  en una pasividad consentida, a la que intenta poner fin, pero sin tener idea de cómo. Tres bandas.
Se ha propiciado esta reunión principalmente para encontrar que hacer para atraer al público, y establecer que medidas urgente deben de tomar cada una de las bandas, aunque no está de más poder controlar el gasto, abrir una puerta automática, o evitar cada semana  el camión auto bomba siga dispersando los olores y succionando del deficiente alcantarillado, sin olvidarnos de lo difícil que se hace encontrar los accesos a esta plaza municipal, tapados por la carpa y veladores, de un lado, y  oculto tras la seta uno por el otro, o cuando menos recordar la eliminación de una calle de comunicación a la plaza municipal de abastos, y  que se transforma en bar sin que suponga ninguna alteración al “intocable proyecto”.
 Evidentemente hará falta mucho, pero mucho mas para que este laberíntico mercado le pueda resultar atractivo al publico. Mas como en todo juego se hace necesario empezar, de entrada, desde la salida.  
Resultado de imagen de carteristas en la calleHoy se ha visto que los servicios de vigilancia no son suficiente, mas cuando se prorratea el gasto y tiene que compartirse la seguridad, y es que recientemente se advierte cada vez en mayor numero la presencia de visitantes, no compradores, que andan al descuido, y ya sean llegados del Este, o del Sur, difícilmente la presencia disuasoria del  vigilante puede resultar efectiva en este más preocupante aumento que ocasiona la falta de recursos económicos en el mundo, y el considerable numero de cuantos llegaron a los  índices de pobrezas, que también vinieron, como la globalización.
De momento parece que en lo de la Encarnación, plaza municipal de abastos, le han metido mano, y todo hace suponer que solo ha sido a la cartera. Otra banda.
Sevilla a  21 de Febrero de 2015 
Francisco Rodriguez Estévez


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