Tenía su arte “Chespirito” en el personaje del Chavo del
Ocho, todo lo hacía sin querer queriendo. En lo de la Encarnación el personaje
se hace realidad cuando se llega a saber que en la Administración están, si
querer queriendo, en no querer ni queriendo saber nada al respecto de esta
plaza de abastos municipal, como si no fuera con este Delegado que tantas
competencias tiene, pero que se declara sin competencia con lo que allí
hicieron los anteriores, sin querer queriendo, naturalmente.
Otra cosa hubiera sucedido de haber mirado donde había que
ver, y no hacerlo hacia otro lado. Ahora resulta ser un pueril motivo este de
no ser responsable de los actos que se produjeron por el mismo Ayuntamiento,
ahora y siempre, titular de toda la ocurrente creación de vanguardia, harto
rara, pues el multidisplinar espacio solo es propicio, aun sin querer, para generar
una gran confusión, mas cuando se advierte que en la Delegación nada o poco
se quiere saber de la situación en la que los placeros quedaron inmersos por el
capricho de la anterior corporación. Así pasaron cuatro años.
Las diferencias con la empresa de mantenimiento, limpieza
y vigilancia, servicios compartidos, no pueden serle ajenos a la Delegación de
consumo, que como el chavo, sin querer queriendo, no se hace cargo de las
deficiencias que se advierten en la obsolescencia programada de un más que pésimo
equipamiento por mucho que lo contabilizaron con cuatro millones cuatrocientos
mil euros.
¿Y la concesionaria?, pues ocurre que en materia del
espacio plaza municipal de abastos se remite a quien tiene la titularidad , el Ayuntamiento,
y corresponde lógicamente a la Delegación
de Consumo, todas las decisiones que en esa plaza municipal se tengan por
objeto, y no puede ni sin querer ni queriendo hacer mas dejación de las funciones
que le corresponden, igual que deja pasar el tiempo..
Los placeros han enviado su listado de necesidades a la concesionaria,
como empresa de limpieza, mantenimiento y vigilancia, y por el momento se está
a la espera de la contestación y que de inmediato proceda, y que por esta vez
no sea sin querer, y quiera ir rectificando los cientos de errores, de los que
como concesionaria no quiere saber nada, a menos que lo disponga el Ayuntamiento,
por lo que se hace difícil que ni queriendo, aunque sea sin querer, indique a
la concesionaria proceda a instalar una puerta automática para la travesía
central. En la Delegación de Consumo, todo parece que sin querer se ha filtrado
que ni queriendo, por lo que esta situación siempre nos recordara al genial “Chespirito”. Puro "Chapulin" (Oh, y ahora quien podra defenderme)
Sevilla a 25 de Febrero de 2015
Francisco Rodríguez
Estévez
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