Daños colaterales

-En la provisionalidad, con números de record, condena revisable de treinta y siete años dos meses y diecinueve días, que para ser más exactos con nueve días mas de los nueve febreros que se pasaron con valor añadido, pues allí, justo de donde salieron el reservorio de placeros que pudieron aguantar todo ese tiempo bajo las miserias de unas chapas del bidonville, donde a lo largo de los años se fueron produciendo irremisiblemente  un considerable número de bajas, la mayoría de ellas en una perversa autoeliminación efectuada por los propios placeros y para remate los caprichos de la responsabilidad en el tema, Urbanismo o Consumo, que estimó en un alarde de desconocimiento, no solo aprobar la propuesta alemana como plaza de abastos municipal, si no que condicionaron el número de comerciantes sin que exista ningún estudio técnico que justifique tal decisión, de mero capricho, lo cual llevo a una nueva criba pre-setas, causando los suficientes daños colaterales, mayor en aquellos que les despoyeron de sus licencias, con ardid de un reglamento que bajo las setas no se cumple, y menor  a los que les compensaron con cantidades económicas por su exclusión del "paraiso".

En el laberinto, los daños fueron de inmediato, pues  apenas pasaron seis mese y ya se habían producido tres bajas. Al año, ya estaban anunciándose traspasos que con suerte se llevaron a cabo, lo que suponía cinco abandonos.
 En estos dos últimos años, hasta siete placeros esperan que puedan llevar a cabo una operación favorable, en tiempo difícil, pues para "aquello" no aparece nadie   interesado, mas conociendo los gastos que allí se generan, la devaluación de los puestos, y el descenso vertiginoso de las ventas motivado por la ausencia de público.

Evidentemente que el desastroso diseño hace que resistan mejor algunos de los puestos, pocos, y los mas,por la suerte del sorteo aguantan antes de claudicar y entregar la licencia, como consecuencia de un horroroso diseño que deja demasiados puestos en calles desiertas, fuera del recorrido comercial, sin puertas, mal en las estrecheces de enormes columnas, peor en espacio desangelado.

Ahora que se ha decidido formar una comisión a tres bandas, Ayuntamiento. Sacyr, y representantes de los placeros, que deben de reunirse, todos los meses, (esperemos que se formalice y al menos aguante tres reuniones) al objeto de estudiar,( cuando menos que otros seis meses) que medidas urgentes (mas que sabidas) se deben de tomar para paliar la deplorable situación, si es que no piensan en la estrategia de abonar a los comerciantes que quedan, menos cantidad que el costo del equipamiento allí empleado, y disponer de este lugar, una vez recuperado, para un mejor fin que comprobar cómo los vendedores sin ventas van abandonando este lugar que desde el principio solo ha ido creando desigualdades. 
Todo parece indicar, después de tanta espera, que un nuevo cierre es inminente, si es que no se ha producido ya. Sería el sexto, pero no el último.Otro record.

Ciertamente estos datos deja claro que esto no esta ni bien planificado, ni mucho menos bien realizado, y convendría saber a las responsabilidades que las cosas no se arreglan solas, y antes de que sea irreversible se tendría que llevar a cabo, no ya medidas paliativas, mas medidas drásticas, que demuestren que tanto el ayuntamiento como la concesionaria apuestan por tener en el centro de nuestra ciudad el mejor mercado. Tal como Barcelona y Valencia, como referentes de gestión municipal.

Sevilla a 12 de Febrero de 2015

Francisco Rodríguez Estévez