sábado, 10 de enero de 2015

 veces

La madre de mi amigo Miguel, con todo el saber que la edad otorga los llama partía, y eso era de mucho antes que la ministra nos descubriera lo de esta preferencia personal, antes que estar doblá. 
Pero los partía no viene de las intenciones de hacerlo añico, aunque no faltara en ocasiones las ganas. Tiene en este caso la connotación grupal. Tal como si este fuera, ser de la partía, una significación que de por si se excluyen  para formar un conjunto con intenciones de dominio.  Como Tragabuches, y Pasoslargos.
En los grupúsculos de la sociedad civil, donde la atomización de las fuerzas de las cientos de mesas, plataformas, asociaciones, y otras agrupaciones donde vienen a perder toda fortaleza que nunca consigue, y siempre se muestra débil frente al poder que los partía logran por más que el tiempo delate los fondos de sus intenciones por perpetuarse. Antes partía que doblá. Pernales, Lero, forman la partia. Empieza el juego.
A veces, cuando la sociedad civil se hace sentir, parece que logra obtener algunos de los objetivos que desde la administración los gestores publico los soslayan y evitan sine die, hasta que coincide que por su exclusivo interés se atiende a la ciudadanía en histriónico acto que lograran rentabilizar. Barquerito de Cantillana, Tempranillo, son de la partia.
En ocasiones se consiguen logros, si es que les conviene, así que la Fabrica de vidrios de la Trinidad tras décadas ha sido posible evitar que se perdiera, como se perdió lo de la Encarnación,  y aunque es cierto que lo de las setas ha creado un nuevo lugar de ocio, se ha perdido tal cantidad de euros que  a nada de ver la calidad de los materiales empleados, hubieran bastados para restaurar un importante número de edificios de monumentalidad y protección contrastadas. Otras cuentas. La partía.
Salvar el Retiro Obrero de la picota, evitando una calle que no solucionaría nada, y evitar la pérdida del espacio verde de los jardines del Prado, proteger la fábrica de sombreros, y tumbar la torre que nos costará un puente son lances de diferentes  resultados, serán nuevas partidas, con asuntos pendientes, como San Agustín, la Gadivia, y el mercado de la Puerta de la Carne, San Lazaro, y con todo aun estará por ver lo de las Arazanas, la Fabrica de Artillería, por el contrario los logros de recuperar la Santa Rufina de Velázquez, como en otro tiempo el Puente de Triana, son logros que en la partida nos dejan ganar. ¡Ay, Alameda!
La casa grande de Pumarejo, tras muchos años demandando la atención, después de lograr que la partida municipal adquiriera la titularidad y con ella la responsabilidad de su conservación con los valores intrínsecos del uso que se han mantenido por los muchos grupos de usuarios que allí se aglutinan, pues, con la partida de que disponían, han tenido el punto de partida de iniciar lo que evitará que las lluvias de este año siga destruyendo las ilusiones de cuantas personas  forman la partida de responsabilidad ,que  otras partidas de irresponsabilidades mas parecían querer destruir tanta historia con argumentos de miedo. La partida empieza a ganarse cuando se emplea bien, y después de tantos años, pudimos.
Sevilla a 10 de Enero de 2015-

Francisco Rodríguez Estévez

No hay comentarios: