Hace ya la friolera de cinco años, de cuando empezó aquello
del sótano, (¡cómo pasa el tiempo para lo de la Encarnación !) que le
escribí una carta abierta a Sus Majestades los Reyes Magos para pedirles que
les llevaran a todos y cada uno de los ediles esta ciudad, una autentica ciudad
de de pin y pon, para que en ella, trataran, con total independencia, sin
ataduras y a su libre albedrío, donde pudieran llevar a cabo cuantas
ocurrencias tuvieran a bien realizar………. con las piececitas de plásticos.
Aquí unos bloques, allí una recalificación, ahora corto esta
calle, estos jardines los convierto en aparcamientos, y en definitiva cuanta
creación convertida en propia ocurrencia les hicieran feliz, sin desgraciar
nada.
Se ve que los Magos no me hicieron caso, por las actuaciones
que se siguen en el caserío, calles y plazas, incluida la malograda de la Encarnación
aunque esta vez cambiaron lo del sótano por los dedalitos, en referencia al
mercado municipal al que le siguen llamando emblemático, por cuanto por el jibarismo
empleado dejándole con solo cuarenta puestos resultará algo esmirriado para un
mercado central que, mal que bien, no parecería lo más apropiado, si los de
barrios le duplican en número de establecimientos.
Este año les escribiré una nueva, en esta ocasión se me ha
ocurrido que sería ideal de la muerte que les llevaran un programa de ordenador
de esos que a través de la realidad virtual se quitan y ponen edificios a
placer, con lo cual podrán crear cuantas variaciones se les antoje, la Giralda en el Carambolo, la Casa Grande en el
Muelle de la Sal ,
y la boca del Metro, cerquita de su casa, por ejemplos.
No es ninguna tontería, de siempre se dice que los
experimentos, con gaseosa. Pero en el desacierto en lo de las setas, se advierte que esta
ocurrencia no tuvo ni tan siquiera esa propuesta experimenta, ni las de cartón
piedra de un decorado, ni tampoco la que tuvo aquello de las estaciones para el
futuro Metro de Sevilla para hacernos a la raposa idea de la epatante ídem,
aunque con la maqueta que trajo el berlinés de la premiada idea, muchos tuvimos
más que suficiente para comprobar sobradamente, tal como “in animal vili”, que
lo del botellodromo en la azotea, no dejará, al igual que vestir la mona,
aunque la disfracen, de ser una autentica burrada.
Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla, 12-10-05
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