domingo, 16 de noviembre de 2014

SON LOS OMBUDSANT                                                                  
Cuando se pasea por su singular interior, hasta resulta natural contemplar  el  amplio muestrario de advocaciones marianas, cristiferas, e incluso extraídas del amplio santoral que se nos ofrece en tan insólito santuario de Madrugada eterna, como quien dice un paseo por los Cielos.                    
Es algo intrínseco  que los vendedores de mercados expongan en sus puestos algún icono de fe colocado en sitio preferente, si bien hay quienes gustan tenerlos en lugar más discreto. Creo que lo ponen para obtener su protección aunque no sé  bien si es para el mercader, o para el negocio.
Este patronazgo particular de cada uno de los comerciantes, a veces esta compartido con más de una representación  de las advocaciones de Cristo, de la Virgen, de algún Santo de la devoción y simpatía de cada placero. El colectivo de la             Encarnación tiene una gran fotografía  magníficamente enmarcada de la ESPERANZA, fue donado  por un  devoto hermano que formó, en los primeros tiempos, parte de la directiva  que, entre dudas y deseos, organizaron  el desalojo y abandono del viejo mercado, al menos se encomendaron a Ella en su compromiso para reconstruirlo. Desde entonces, allí  está presidiendo todos los actos y reuniones que se celebran en la sede social.
Junto a San Pancracio, es la Macarena  la que mayor muestras de devoción y cariño recibe. Pueden verse los retablos de azulejos, con los farolitos encendidos, alumbrando la cerámica. Como no podía  ser  de otro modo, también San Pancracio, María Auxiliadora, El Perpetuo Socorro y la Madre del Buen Consejo hacen lo posible por ayudarme, si bien debería pedirle  por el negocio, aunque no se lo pongo fácil, pues desde que la Delegación de Obras pretende con esa absurda idea, poner a los vendedores del mercado en los sótanos de un edificio, afirmaría que esta preocupación me tiene distraído y no le dedico el tiempo y las ganas que requiere tener en este negocio para superar los hándicap de tanta provisionalidad.
Lo cierto es que en este asunto, tan malévolo adversario, se ha pertrechado fuertemente y de momento, parece que se está llevando el gato al agua, si bien, tengo la seguridad,  a pesar de lo poco que le ayudamos, que estando en sus manos lo evitará.
En mi capilla torera, de recortes periodísticos sobre el tema, aparecieron un día tres estampillas, sin que hasta la fecha sepa quién las colocó allí, son de San Judas Tadeo, San Expedito  y Santa Rita de Cassia que como todos sabéis actúan como ombudsman, defensores contra las injusticias, intercesores de extraordinario prestigio y con amplio currículo en el ejercicio de sus funciones resolviendo favorablemente litigios imposibles en los últimos instantes. A veces me falla la confianza y me hace dudar del éxito que por justo y abanderado por tan esperanzador equipo debería ya estar garantizado. Pero es que aquí, hasta sin proyecto, se inauguran obras.   
Sevilla a 18 de Agosto de 2002

Francisco Rodríguez Estévez     

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