Palabra de video
Por el momento no aparece por ningún plano el preconizado “Mercado
Emblemático”, mas como es de temer que aparezca el “esmirriado”, que va tomando
cuerpo, si es que toma algo.
El concurso de
ocurrencias, tal “amagrama” del ingenio, guarda celosamente los criterios de
las valoraciones para la adjudicación. Con fuente dos puntos, sin fuente uno,
con columpios dos puntos, columpiándose más.
El mercado, la plaza de abastos de toda la vida, deja de ser
el meollo y pasa a ser como un complemento del todo, del todo a cien, ocurrente
e ideológico. Cincuenta puestos, como numero clausus, ni uno más, es el más importante
dato de estadística cutre y con la fuente decapitada no parece que es buen
comienzo.
La provisionalidad dura, dura y dura, y durará aunque digan
lo que digan los demás, y es que los pobrecitos placeros están dispuestos a
todo, a lo que sea, para que el pacto de progreso corte la cinta y descubra el
azulejo, en los cimientos.
Si miento, me volveré político del tirón, como los de la
chequera, pero me informé suficientemente bien para saber si como se sospecha se
primaran otros elementos en detrimento del emblemático, y es que convertido en
el “esmirriado” soluciona la papeleta. ¿De que?.
Alguien saldrá chamuscado de este ardiente deseo por dejar a
la ciudad sin una plaza de abastos, obviando que esta es un espacio de
servicios y un lugar público lleno de contenidos, y no esa mínima expresión más
propia del equipamiento de una barriada, pero para nada lo que se pretende será
el Emblemático.
Suele con cierta frecuencia confundirse esto del
Emblemático. La cinta de video no engaña, la que conservo no tiene otra
lectura, ni sesgándola, “el mercado de la Encarnación será un mercado
emblemático para la ciudad”, son declaraciones del Sr. Alcalde, y por lo tanto
palabra de video, que no deben de ser confundidas, ni manipuladas, ni
interpretadas diciendo ahora, que lo emblemático sea el lugar, que puede que lo
fuera durante los ciento cincuenta y tres años de existencia de la plaza de
abastos, pero no en los últimos treinta, en que quedó convertido en un olvido
para Sevilla, y una demostración palpable de la incapacidad de los responsables
públicos en este periodo. Y pensar que creí que todo había cambiado.
Sevilla a 11 de Diciembre de 2003
Francisco Rodríguez Estévez
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