Palabrita de niño Jesús que, tal como las de hombre y las de
honor se dan para disipar cualquier duda, las de video, aunque quedan en vhs,
con el tiempo, pierden toda la fuerza de convicción que tenía en el instante de
la grabación. La palabra escrita, indeleble al tiempo, depende de su soporte,
naturalmente.
Los programas de los partidos en elecciones, palabra en
papel del organigrama funcional de los entes políticos, sufren como la
senilidad el paso del tiempo, pues siempre pierden la memoria. Son pues palabras
impresas, de relativo valor, para creerlas o no creerlas posible de cumplir,
incluso para dudar de ellas, pues ni son de hombre ni de honor, como para
pensar que las garantice como la legitimidad del contrato verbal en los
tribunales. Están puestas en el papel, soporte que aguanta todo, hasta las
promesas para no cumplirlas. Palabra de Alcalde.
La ingeniosa frase, palabrita de niño Jesús, que no es mía.
De mi propiedad es tan solo la cinta de
video, donde puedo escuchar con nitidez una y otra vez, que el mercado de la
Encarnación será un mercado Emblemático.
A saber: “Emblemático”- Dícese de objeto o cosa que de
adopta como distintivo. Sobresaliente. Singular, capaz de identificar a una
ciudad, a un lugar. Por eso cuando lo veo una y otra vez y escucho las palabras
dada para convencer como será el mercado recuperado cuando se construya,
mercado emblemático, advierto que no son estas palabras ni de honor ni de
hombre, son simplemente palabras de video, el diccionario dice otra cosa.
Sevilla a 22 de Noviembre de 2003
Francisco Rodríguez Estévez
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