Aseguran que todo lo mas será un mes, para Abril de aguas
mil de este 2005, todo lo mas aseguran que será lo que tendremos que esperar
para que empiecen, otra vez, lo de la Encarnación. Un nuevo comienzo de este
beguin de beguin preparado para cuando nos lleguen las previsibles lluvias que
tantos farolillos estropean.
Tajantemente se afirma que la cosa va en serio, acaso antes
todo fuera una broma. Una broma sin fin a la que quieren poner epilogo en el
prologo de esta segunda parte de lo que con seguridad, a este paso, culminará
lo que será la trilogía del misterio, del misterio de la Encarnación.
Así pues, cuando se estén vaciando los cantaros que tienen
que caer, y en los barros se hundan las botas de los operarios de la excavación
pendiente, comenzarán, con el retraso que le causó la indolencia, unos trabajos
que fueron calificados como prioritarios, y de máxima urgencia. Ya, ven.
De todos es sabido que cuando concluyan, un meticuloso y
escrupuloso dictamen de la Consejería de Cultura, despejaran las dudas sobre la
conveniencia de si pueden plantarse las epatantes setas. Que se creen.
Entonces, solo entonces, se conocerá la viabilidad de que germine semejante
siembra. Lo demás son conjeturas sesgadas e interesadas en hacer creer que lo
de la Encarnación no tiene marcha atrás. Con lo sensato que es darla cuando no
se tomaron precauciones.
Será pues como el dictamen de la rana, después del fallo, ya no caben las sorpresas.
Sevilla a 11 de Marzo
de 2005
Francisco Rodríguez Estévez
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