Cuando la musa de la moda era un bellezon, podía darse el
lujo de dar el cante, y nada mejor que grabar un disco. Me pareció aquello una
genialidad que no tuvo éxito, y es que es difícil siendo ya famosa que lo mismo pueda servir para un roto que para un descosido, eso es algo que no se perdona.
Puedes escuchar un sinfín de malas canciones que llegaron a ser super venta, y cantantes que ni cantan y además venden discos.
Puedes escuchar un sinfín de malas canciones que llegaron a ser super venta, y cantantes que ni cantan y además venden discos.
Ella no tuvo pretensiones musicales, ni cualidades, pero
tenia su gracia cuando decía que “ había ido al mercado para comprar un hombre”,
cosa que pudiera ser posible incluso adquirirlo tal como una noble romana del
Imperio, bicheando por la macellum, pues no es cosa fácil encontrar un hombre
para todo, visto el panorama de armarios abiertos. Y es que ella podia comprar lo que quisiera.
El tipo en quien confía el carnicero cuando quiere género
fresco, es hoy un tema de actualidad. No es fácil confiar en cualquier tipo, siendo
carnicero, pues raro es quien no acabe dando el cante. En el fanal donde
aquello huele a lo que huele no es precisamente fresco, mas haría falta unas
cuantas puertas para renovar el aire, pero ya no confío en ninguno de los
responsables, pues no traen genero
fresco, a decir verdad bastaría con abrir la puerta, y como dice el poeta
Carlos Ruiz, que no es hombre para comprar en el mercado de invierno como un refuerzo,
por más que sea conde en toda regla, que abre la suya para que por ella entre
el aire de refrescar macetas.
Por cierto que si “metralleta Joe” http://rollingstone.es/noticias/caras-nuevas-ngel-stanich-el-ermitano-del-pop/,
se hace himno de los indignados donde me
dejan a Omaita y Antonia en San Jacinto. Mangando. Y es que el carnicero ya no
puede confiar en nadie carnes mias.
Sevilla a 7 de Noviembre de 2014-
Francisco Rodríguez Estévez
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