martes, 7 de octubre de 2014

Pobre ciudad empobrecida

Aunque parece ser que los informes económicos no reflejan una bonanza de caprichos, sino más bien de apreturas, pues todo parece como que no conviene airear el saldo rojo de la cuenta corriente, si es que se quiere seguir estando en el club de las elites. Aun así, lo recomendable, para no ser detectada en lo cortita que se anda en el fondo del monedero, debe de ser comprarse un gran bolso, a ser posible de firma, para gastar y gastar, y volver a gastar.. 
La callada mariana, anda a dos velas, pero exceptuando por cómo le está quedando su desfigurada cara, de tanto lifting, como que no hay quien se lo note, es mas se diría que anda sobrada en el gastar.
Con tantas costosas operaciones lo del informe Icomos, como que llega tarde, siempre le llega a esta Encarnación de mis carnes, todo tarde.
Pero, de todas maneras era sabido que, ni aunque hubiera llegado a tiempo, se tenía la remota intención de recuperarla, ni como plaza, y menos como plaza de abastos, ya se sospechaba el desinterés mostrado con los anteriores indicadores, primero con el mercado sótano y los aparcamientos, y luego con el “in situ” y el dedalitos, lo que evidenciaba que no  se estaba por la labor de recobrar el esplendor comercial de su ayer, y vistas las actuaciones que se llevan a cabo, qué decir del histórico, ese que obliga a salvaguardar el pasado.
Estaba visto el percal, desde que” las setas” deslumbraron al foráneo jurado encargado de dirimir las bondades, por lo que aquella agrupación de formas fungiformes ya justificaba la ardua tarea selectiva, y los bien abonados emolumentos, y poco podría importar lo que ni Icomos, ni nadie viniera a decir al respecto.
Acaso, y sería doloroso de ser así, que por ignorantes, no se sabía en el selecto plantel, todos doctos, ni en la secretaria del concurso de ideas montada al efecto, ni en las delegaciones afectadas, ni por el trío escabel de la vanguardias, ni por tantas personas que conforma el corporativo elenco, ni por las asociaciones de notables, ni por donde se imparte el saber y la docencia, ni por los ilustres , y ni tan siquiera por lo cesantes, para que nos tengan que decir desde un foro internacional algo tan elemental como “EL PAISAJE  DE SEVILLA, ES MUCHO MAS IMPORTANTE QUE LA CALIDAD DE UN SOLO EDIFICIO SI LA RELACION VISUAL DE LA CIUDAD PUEDE VERSE ALTERADA POR ESTE”.
Partiendo de que lo de las setas, más que un edificio, debería ser llamado elemento arquitectónico, cubierta epatante, e incluso interpretación de una original gasolinera, por mucho MOMA, mucho premio, mucho sostenible, y mucho de vanguardia que se nos quiere hacer ver, donde nada puede verse, pues la Hispalis desaparece  en la agresiva cimentación, el mercado de abastos central, será una broma, y la cúpula de la Anunciación, (monumento protegido), quedará oculta para siempre en ese eclipse “parasolar”. ¿Y la fuente? Deprimida, contaminada, jamas volverá a manar aguardiente, miel, leche, y mistela
Cabe pensar, si en el proyectado antiquarium, con acceso por rampa (por aprovechar), o en el aludido, que no proyectado, planetarium de luces, con accesos por rampas y escalinatas, se buscará un lugar para colocar, a falta de mitorajes de buen tamaño, y mejor precio, donde Cultura, al menos instale el marmolillo salvado de San Laureano, piedra llorosa, puesto que estas setas ni tuvieron primera piedra, ni foto al uso, para que al verla, recordemos que sobre ella tuvieron lugar los repetidos lamentos del Alcalde que compungido decía: “Pobre ciudad,  pobre ciudad”.
Francisco Rodríguez Estévez
Sevilla a 6 de marzo de 2007




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