miércoles, 8 de octubre de 2014


El calenton

La negrura de las piedras del emblematico edificio, hecho tan grande para que sus autores fueran tomados por locos, no la tomaron de las fogatas de fríos amaneceres con las que se calentaban picaros y mercaderes apostados en sus gradas.
Todo parece indicar que el motivo eran los gases del tráfico, suficiente justificación como para facer tal tren que nos tomen por lo que quieran.
Libre del enemigo contaminador, las catenarias de quita y pon, vienen a ennegrecer todo aquello, total  que son ochenta millones. Después del sustancial gasto nos enteramos que la polución que oscurecía las paredes catedralicias, y el bochorno tranviario realizado, se podía haber solucionado con tan solo haber instalado además de las placas correspondientes prohibiendo el paso, y colocando al agente de tráfico, al de toda la vida, a parte de regular la circulación de las bicicletas que son para el verano, llegar a pensar que  con tan solo adecuar los motores de los autobuses, que todos  fueran eléctricos, y para la utilización del bio diesel,  que se fabrica a diario por no sé cuantas toneladas, muy cerquita de por donde el barquero cruza el río en ese actual modo de comunicación. Vuelve la copla. Barquerito de Lora, que se pasa las horas cruzando el río. Ayer, es hoy.
Pero lo peor ha sido saber que la Movigi Spain Air Filter, empresa nacional por los cuatro costados, de Castellón concretamente, tiene desarrollado para las grandes ciudades, en lugar de enormes setas antiestéticas,  nada menos que el árbol purificador. Dice su director, el Sr. Moro, natural de la Plana, que este árbol realiza la función de fotosíntesis, permitiendo eliminar no se cuanto dióxido de carbono, tanto de día como de noche, pues funciona por energía solar, y devolviendo aire puro a la atmósfera. Y de esto nos enteramos cuando el gasto municipal está hecho, y rebasando con más peligro que las phaloides, los limites de lo permitido.
Como protesta, poco significa unos minutos de apagón, cuando pasen, volveremos a lo mismo.
Ni bio- diesel, ni árbol purificador, pues la realidad nada desaparece con unos minutos de solidaria oscuridad, cuando no se está dispuesto a eliminarla, como si de las piedras de la metropolitana se tratara, pues las setas seguirán creciendo, con cautela, o sin ella, proyectando su enorme sombra sobre el ridículo mercado de abastos, otro juguete como el tren, que si no enfría el ambiente, al menos en la azotea encontraran el cobijo en la calidez de su techo, aquellos que no tienen ni unas tablas para hacer una candelita con la que quitarse el frío de las madrugadas, aunque se incremente la emisión de gases, pues el revestimiento de poliéster del pino finlandés evitara que se oscurezca.
Sevilla a 15 de Noviembre de 2006
Francisco Rodríguez Estevez


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