jueves, 23 de octubre de 2014

El disfraz

Hace algunos años que el famoso carnaval de Cádiz tuvo un cartel realizado por Rafael Alberti. Resultó tan chocante como extraño, sin entrar en valoración de la calidad artística del poeta, que la mayoría de las agrupaciones que actuaron en el Falla le dedicaron alguna que otra guasa.
Creo recordar que una de las que llegaron a la gran final, le dedicaba un estribillo que decía más o menos “pero Rafael de mi arma ¿Qué coño es esto?”.
Sin cuestionar la profesionalidad del arquitecto que tiene el encargo para realizar el proyecto del Mercado de la Encarnación, un susto, un miura, pero después de conocer el anteproyecto presentado, y aplaudido por los representantes de los placeros, y vitoreado por la delegada, de paso hay que decir que modificable, y que dependerá de la decisión final de la Consejería de Cultura, bueno, bueno, si Bueno, si se conservan algunos de los restos arqueológicos encontrados, por lo que no me cabe otro comentario que hacer mío aquel estribillo de chirigota.
Pues eso, no hay nadie, pero nadie, nadie, pero de verdad que pueda  creer que aquello se trata de una plaza de abastos,  y menos, después de todo lo que se ha escrito en los últimos años y haber esperado treinta.
Parece más bien, una broma, cosillas de Carnaval, algo poco serio, a menos que se trate de un disfraz, como queriendo que  no lo reconozcan. Y es que por más que lo miro no hago más que preguntarme ¿Qué será eso?
Sevilla a 9 de Abril de 2003
Francisco Rodríguez Estévez


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