Contar
Contar
y contar
Contar y contar, y volver a contar. Les
cuento, es cierto que en la vida, pueden aparecer algunos, pero es cuando
llegado tan alto número, esto empieza a crear una constante preocupación.
Cierto
es que lo de la Encarnación ha sido largo, pues el caso es que lo hubiera
podido dejar y haberme dedicado a contar nubes, cosa hartamente provechosa y relajante, pues en esto no podría contar otra cosa, que contar entonces, donde ni era posible contar galápagos, algo que con seguridad hubiera dada mas juego.
Por el
momento los cuento al paso, como cadáveres, para que hagan juego con el refrán
dejado como legado del tiempo del turbante, de cuando la Encarnación tenía patio
de arrayanes y noria para regar los jazmines, antes que fuera convento. Pues
cada uno lleva lo suyo.
Abruma
su número, pero ella se encarga. Ya solo llevo la estadística. Ni que decir
tiene que me preocupa en demasía las actuaciones que realiza, incluso las
decisiones que toma, en ocasiones desmesuradas, por acción u omisión, pero es que no puedo hacer
nada, no soy el que decide.
Vuelvo a
sentarme tras el ultimo recuento, para darme un descanso en esto que me lleva tanto, y no dejan de pasar
como nubes volando, rápidas como el tiempo, como las sombras, como las naves, otra vez lo del “tempo
fugit, sicut nubes, quasi naves,volut umbra”, y en estos paréntesis, aprovecho
el momento tal que fuera “Carpe diem", para hacer un balance de cuantos han
pasado, tal como una balanza de justicia intentado irremediablemente encontrar
alguna justificación que, llegado el caso se hace inútil, pues, como las
notificaciones de Hacienda, ni caso, pasado el plazo.
Imagino que deben de quedar pocos que
agregar a la lista, pero ocurre que en ocasiones nos encontramos con aquellos
que se apuntan, con la tontería, en el banderín de enganche, por joder, y, si mal
al principio, soy participe en el aplauso de lo que les espera, a nada empiezo
a sentir lastima de ellos, pues por mas de trescientas mil razones de las de
antes, se por experiencia que es implacable. Acaso su profesionalidad, le impide ser lasa. ¡A contar!.
En
ocasiones incluso desconocía la beligerancia que tuviera algunos, pero con
seguridad, todos sabrían que les contaría, como continuaré haciendo.
Me sentaré en la puerta de mi casa para
ver pasar el cadáver de mi enemigo”.
Este hermoso refrán árabe es en muchos casos una valiosa
lección : la paciencia y la inacción son un arma más eficaz que lanzarse a
luchar cuando la ocasión no es propicia para el enfrentamiento.Eso sí, en otras ocasiones la utilidad de esta máxima es la resignación: esperar y esperar, esperando que pase algo, y lo que pasa, al final, es que aceptamos la derrota o, al menos, la imposibilidad de contraatacar, en el momento adecuado.
Finalmente, hay ocasiones en las que puede llegar a ser perjudicial. Ocasiones en las que el ritmo de los acontecimientos nos exige adaptarnos, y hacerlo rápidamente. Aceptar que las cosas se han dado de cierta forma, limitar las pérdidas al máximo y esforzarnos por transformarlas en ganancias.
Esto es dedicado para
todos aquellos que nos hicieron mal y
ahora parece que los dejamos en manos de la justicia divina, que aunque tarda
mas, es la mas justa porque todo vuelve en esta vida!!
Pero todavía no hemos
tomado nuestra decisión...
Sevilla a 6 de Agosto de 2014
Sevilla a 6 de Agosto de 2014
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