martes, 15 de julio de 2014


Desproporcionado

 Como todo, en gran parte depende de la suerte, la mala suerte está en que el que tocó en suertes, sea tan profesional que, a causa de la torticolis del celo en su actividad, le impida mirar hacia otro lado. El no lo haría, pero me pide que entienda que hace su trabajo. Un profesional.

Con el canino que queda perdiendo cúspide, y sin poder reponer el que perdí el año pasado, se hará imposible poder volver a sonreír, cuando los mil ochocientos de la mordida se irán volando, pues los plazos no corren, vuelan.

Buscando si existiera una puerta, una salida,  una sola posibilidad para minimizar el desproporcionado bocado que me han dado donde ni lo tengo,  resulta, para mi pesar, que todos los resortes consultados (algunos de la propia casa) han venido a concluir que efectivamente llevo razón en cuanto el castigo a todas luces es desproporcionado, mas cuando la falta que lo motiva, sin perjudicar a terceros se cuantifica en 230 euros. Pero la norma, es la norma. Justicia, injusta.

De los 280 documentos solicitados por el agente visitador, este ha observado que en 77, es decir en un 25% de todas las comprobaciones realizadas,  que en estas se omiten un pago obligatorio, que sin poderse alegar ignorancia, ni desconocimiento, queda atribuido a la desidia o despreocupación, confianza o distracción, pues difícilmente la exigua cantidad sin abonar, puede tener intención de engaño, lucro, o interés en defraudar a todo un país. Somos, o no somos todos.

Paso a contar. De las 77 facturas, se verifica que el visitador a errado en cuatro, por lo que si se puede hacer reclamación al respecto sobre este error, llamémosle oficial, que si puede equivocarse, omitir, o distraerse, pues este,(que nos representa a todos) está exento de sanción.
Estas podrían, de prosperar el recurso, quedar en 73, lo cual sigue siendo un número importante, menos en el fondo cuando se trata de cinco proveedores ocasionales, y un minoritario grupo no habituales de una o dos operaciones.

De los probables 77, por el momento documento cierto el emitido, se comprueba que en 44, (lo que supone el 59%)  la cantidad objeto de sanción no supera el euro, teniendo en la mitad de ellos unos veinticinco, la transgresora cifra de menos de 0.50 euros, de los cuales en tres casos, aun mas dolosos, son, uno de 0.11 euro, otro de 0.13, y otro de 0.15, pues estos también tienen la notificación de multas que alcanzan cifras superiores al SESENTA MIL POR CIENTO.

Algo que, aun pudiendo castigarse el hecho y no la cantidad por la omision de abonar el R.E., creo que debería de tener un punto de equilibrio entre la falta y el castigo, pues resulta evidente que no puede ser igualmente castigado 0.11 euro, que otra “distracción”  de mayor cantidad que pueda tentar a infringir, conociendo el castigo, que lo mismo induce al fraude.

No me queda otra, tras la consulta que, ante las pocas posibilidades de que prospere la petición de revisión de la actuación, por los posibles cuatro apuntes reseñados, que esto, por mor del celo, no haga si no aumentar el del visitador y encuentre lo que no buscaba tal que fuera una serendipia fiscal de ignotas consecuencias. Es el celo.

Tengo rabia contenida que trato de liberar con este pataleo antes de solicitar el pago aplazado, pues sin disponible y sin cantidad  posible que supere a la que necesito, pues que dirán  si no pude en un año remplazar el canino y teniendo el que pierde sustancia en perendengue, la "visita" me llevará a retrasar la jubilación  de 714 euros, cuando menos un par de años, en los que si viene alguien a visitarme, espero que todos los céntimos estén abonados.

Una cosa me ha quedado clara, y es que si Hacienda somos todos, como que me gustaría borrarme, pues por nada del mundo deseo pertenecer a tal sitio, en el que visto lo actuado, se advierte que despiadadamente emplean medidas desproporcionadas ante casos que pueden parecer injustos, tal que fueran atracos a boli alzado, imponiendo notas recaudatorias, a toda leche, que alcanzan porcentajes del 600.000%  desoladores para personas que apenas tienen para ir tirando, y todo sin poder reparar la necesaria dentadura para al menos poder comer. ¿Broma?

Sevilla a15 de Julio de 2014
Francisco Rodriguez

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