jueves, 10 de abril de 2014


No hay temor

 Hoy por cuarta vez, cuatro primaveras van ya, que al agujero de lo de la Encarnación,  un peligro constante del que por suerte no se ha cobrado todavía ninguna victima, le volvieron a colocar la red.

Un salto al vacío al que durante una semana al año se le evita el inminente peligro que permanece durante las siguientes cincuenta y tres, de este modo, eliminada la causa provisionalmente, no se rían por favor, que ya sabéis lo que en la Encarnación significa provisional, por esta al menos se evita el peligro.

Los operarios, que son dos, como las responsabilidades en esto de la Encarnación se llevaron toda la mañana de arduo trabajo no exento de peligros y esfuerzos, nada menos que para tapar la boca abierta,  y anudar la red verde, verde Esperanza, para que con suerte, pues el riesgo de lluvia persiste en esta fechas, y esta próxima madrugada pueda pasar la Esperanza, tal como lo hizo toda la vida, ahora y siempre.
 La Esperanza, que por tres veces anteriores, desde que travistieron a la Encarnación, otrora plaza de abastos de gran vinculo macareno, para convertirla en icono del tiempo rosa, que además deja el agujero y su peligro al descubierto, pues como que en ninguna de estas ocasiones anteriores sucedió el pausado regreso, como siempre. ¿ Este año?

Por tres años van , y no le cambió la cara los primeros rayos que siempre iluminaban en la Encarnación su cara. Tres motivos, tres circunstancias, tres años, pero al menos la red estaba colocada por el riesgo latente. En el peligro no hay temor.

Cuando pase la Esperanza, como siempre hizo a su regreso aun en los tiempos mas difíciles del eterno solar, salvo en las ultimas tres ocasiones, este año, cuando pase la Esperanza le brillara de nuevo la cara, cansada de madrugadas con riesgos de lluvia,  y aunque cabe la posibilidad de que  el Sol sea sombra, por mor del inútil puente de una construcción mala, por cuanto sin seguridad, agujero y puente muestran deficiencias y  no se completo el recorrido,  ni del puente ni de vuelta.
Un año mas el agujero de lo de la Encarnación dispondrá de una red verde que  evitará que alguien se la dé en el granito de los estratos de la Colonia, pues Pilatos allí, ya se ha lavado las manos.
Pero distinto es lo de la puerta, que como no es Ley Romana, no les quedaran mas remedio que acatar la sentencia.

Sevilla a 10 de Abril de 2014

Francisco Rodríguez Estevez

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