lunes, 28 de julio de 2008

LO INSOSTENIBLE

Bioclimatico y sostenible

Mas que una faraónica construcción, venia a recordar al decorado de cartón piedra que se utilizó para transforma Villar del Río en símbolo de modernidad. Durante el rodaje, el efímero paisaje creado al efecto, solo pudo tapar los desconchados que, a nada acabada la película, volvieron a aparecer, como las enigmáticas caras de Velmez. Porque una cosa es lo esotérico, y otra lo esperpéntico. ¿Cara, o cruz?
Al igual que lo provisional no es definitivo, como parecía ser lo de la Encarnación que, al elevarse lo de las setas de decorado, deja pensar si una vez concluido el periodo de rodaje, acaso dejen ver todo lo que tapan, pues estas no vienen a dar, con su apariencia, la impresión de que puedan ser definitivas, al igual que una condena, que así dicen cuando se elevan, vista la causa, las medidas provisionales.
No ha sido facil pasar todos los años que transcurrieron en la incertidumbre del destino, metidos en reducidos zaquizamíes, aguardando que algún día se elevaran, (como el maderamen de las setas por los cielos de Regina, a la Encarnación), las provisionales medidas a definitivas.
Oprimidos por la represión, olvidados por la libertad, relegados por los caprichosos vaivenes, se pasaron siete lustros, condena y prórroga, en unas condiciones insostenibles, nada ecológicas, ni saludables, se diría que impropias e incluso clausurables, en las que permanecer es el verdadero misterio, y continuar un autentico milagro, esperando y desesperando hasta que llega esta modernidad donde se relegan los últimos avances en sostenibilidad, y es que gracias a los estudios y a las nuevas tecnologías desarrollados durante todo este tiempo de postergación, nos permiten saber que hasta en las cárceles modernas se aplican sistemas bioclimaticos que mejoran la estancia de los internos, favoreciendo la conducta de los penados y la formación educativa, incluso universitaria, para la aceleración en la redención.
Lastima que no se aplique tanto conocimiento en la trena provisional bajo chapa, donde se sigue soportando una temperatura que hace imposible cualquier reinserción, y menos, saber que en la nueva obra, la moderna, que preparan para la acogida definitiva, intencionadamente, olvidan estas saludables medidas, para disfrutar de la temperatura de hemiciclo, ecologica, y gratuita.
A diferencia de los que, eufóricos por los efectos de los hongos, buscan en sus cuentas la salida, sin contar con el haber, y menos, con el saldo, para buscar el efugio de escapada ignorando si este les conduce a donde no queden salidas posibles, otros pájaros, los de cuentas, encuentra en la nueva jaula del hotel verde, el placer del reconfortante descanso, ese que ya quisieran disfrutar los mil y picos de ancianos que en soledad esperan, haciendo sombras chinas con sus manos, la salida definitiva.
Sevilla a 25 de Julio de 2008
Francisco Rodríguez Estevez

jueves, 24 de julio de 2008

OCHO

La cuenta atrás

Ocho del ocho del ocho. Una cierta reserva me produce esta fecha enmadejada en la que, si algo sucediera, nomedejaría indiferente. Si de verdad algo se está cociendo, debe ser que lleva mucho al fuego antes de que rompiera a hervir.
Acaso sea lo que predijo aquel gigante de ébano, en 1992, sobre lo de la Encarnación, a la que le vaticinó su suerte en el poder del ocho. Ocho de una madeja de líos. Octavo poder que tendrá la capacidad de desenliar los entuertos y definir el futuro de una Encarnación marcada por ese extraño ocho, con el caprichoso significado de la recuperación de lo olvidado, de lo perdido, y de la esperanza de lograrlo.
Todo un jeroglífico, en el que la aproximación a la fecha indica que el séptimo poder, tal como estudioso analistas y observadores llegan en sus conclusiones y consideraciones, caerá como fruta madura a nada que el viento que la mece quiebre el seco pecíolo que en tenguerengue la sujeta a la rama, convencidos que la Ley de la gravedad no es ninguna broma, al igual que no dejará de ser un peligro practicar el puenting, por la parte de la escalera, desde lo alto de la seta numero uno.
Como si de una rampa de lanzamientos se tratara, la madeja de los líos tiene iniciada su cuenta atrás. Ocho del ocho del ocho. Siete, de cabezas de la Hidra enfurecida, de siete lustros de incertidumbres. Seis, como las zetas del profundo REM, z, z, z, z, z, z. Cinco, como V de victoria de la Hispalis. Cuatro, como cuatro decenas expectantes del despropósito, aguardando el parto de los montes para que aquello se abra al hot oil, “ábrete, ajonjolí” como en el cuento de los pestiños. Tres, como las patas del trípode, escabel que permite subir poco más de un palmo del suelo, al objeto de mirar por encima del hombro. Dos, como primera división de un todo, tanto puedo, puedo tanto. Uno, como as sacado de la manga para jugar bazas cuando la partida está acabada. Cero, rotundo cero, cero de la zona cero. Cero en equilibrio sosteniendo otro cero, el ocho.
Sevilla a 24 de Julio de 2008
Francisco Rodríguez Estevez

martes, 8 de julio de 2008

A peste

Sin sorpresas

Al quitarse la tapa de la boca, la alcantarilla solo podía mostrar el cieno pestilente que escondía.
Una circunstancia que no es buena, ni sana, ni aconsejable, estaba invadiendo la plaza de aromas impropios. Sorprendía el silencio de los vendedores, a sabiendas de que los alimentos pueden impregnarse de los olores, en especial de los fuertes, de los nauseabundos, que permitieran que estos fluyan libremente, especialmente si pueden ser inspirados por personas con problemas respiratorios, niños pequeños, e incluso depositarse en adherencia sobre la debilidad que ofrecen, por tanta química, aquellos alimentos de por si insípidos e inodoros. Algo va mal.
A la entrada de la plaza el poder del desinfectante se advertía a nada llegar a ella. El compuesto creosotasico, tan eficaz como penetrante, quemaba las gargantas, mientras la alcantarilla barruntaba toda la “cascañi” embolsada, en el rumio de la amenaza.
Ni ratas, moradoras de su conducto. Ni cucarachas engordando en la inmundicia de su interior. Solo, mierda. Mierda de alcantarilla. Allí estaba, bajo el husillo de su boca, esa mierda descompuesta por todo el tiempo que se mantuvo en tan pequeño receptáculo, siempre amenazante, hasta que el zotal obligó a quitar la tapa de aquella boca de alcantarilla a la puerta de la plaza.
Era evidente que ni el perfume de rosa puede enmascarar lo que aquello tiene reservado cuando se destapa, a fin de cuenta no deja de ser una cloaca y, aunque en poco tiempo el olor activo del desinfectante puede desaparecer, en su interior siempre se encontrará la mierda.
Sevilla a 7 de Julio de 2008

sábado, 5 de julio de 2008

Medidas contra el calor

Ahorro energético

En otro tiempo, se decía que la costumbre y el uso se hacen normas, pero eso pertenece al pasado. Acaso fuera por que al existir la norma esta era para saltársela, o para como se dijo de las promesas electorales, que se dicen para no cumplirlas.
El sabio refranero español viene corbata al cuello que ni pintado, “Reglamento señor, pero para mí, no”. Era evidente que aquello se trataba de un gesto más que de una indisciplina, algo así como una descortesía al formalismo de una tela que tanto partido le saca su fragmentación en el ágape nupcial, pues tanto no podía apretar, dado que no era soga de cadalso, ese complemento multicolor adornando la camisa, posiblemente de seda, elemento de elegancia y distinción, como para que tuviera que desprenderse del pequeño trozo de tela, posiblemente comprado en Milán, como para que le viniera en la paradisíaca temperatura del hemiciclo semejante sofoco. Malo será para los fabricantes, si cunde el ejemplo, peor para los Reyes Magos, que siempre las traen, aun sin pedirlas.
Costaría imaginar como se quedaría el “ilustrado miembro”, si tuviera que sestear el los butacones azules de piel con diez grados mas de los que sufre. Ni se sabe que dejaría ver, si a cada grado se despojara de una prenda, como en un juego erótico, realizando un full monty reivindicativo del ahorro sostenible. Dando una clara muestra de la verdadera “talla” humana de combatir el calor, pues siempre es mejor una playa nudista que cavar una zanja, rozar los cultivos, impermeabilizar una azotea, meterse en una cocina, en un alfar, o sacar pan de un horno.
Podría decirse que incluso, por insoportable su temperatura, la que se alcanza bajo las chapas de la provisional plaza de abastos municipal, la de la Encarnación, esa que lleva en el rincón para 35 años, y los que le cuelgan por sus atributos, y silencios, pero no les seria posible a sus vendedores secundar el acto de rebeldía, pues quitándose una prenda a cada grado a los 27, ya se estaría en bolas, y no es plan en estas, recibir la visita de una inesperada inspección disciplinaria, y advirtiera que no se está en el uso de las prendas reglamentarias.
De nada valdrá decir que se trata de una adhesión solidaria para el ahorro energético, un fidelismo de apoyo a las medidas ecológicas y sostenible, para nada servirá que se diga que por compasión al menos mire la temperatura que alcanza el termómetro, (34 grados), no vale insistir que lean las disposiciones existentes de salud e higiene en el trabajo. El llamado protocolo de denuncia estará iniciado bien por tener las almejas al alcance del publico, por tener mustio el nabo ,los huevos en el mostrador, y las carnes fueras del frigorífico, con lo cual cuando llegue la posible multa será para quedarse helado.
Sevilla a 4 de Julio de 2008
Francisco Rodríguez Estévez

Ni de broma (con lo de comer)

Fuera bromas

Cuando se obtiene una respuesta razonada, esta se hace valida para resolver la incógnita, al menos hasta que aparezca la que le confiera más certeza en la solucion. Sin embargo los misterios nunca tienen respuesta. En el misterio se cree, por que es inaccesible a la razón, y además no tiene explicación posible.
Lo de la Encarnación es un misterio, aunque la excavación nos diga en la interpretación de las cuatro piedras que es bimilenaria, y que lo de las setas es fruto del papanatismo, aunque mi diccionario diga que es, -Seda, cerda,-moco de pabilo-aparato esporífero de los basidiomicetes superiores y de algunos ascomicetes.
Como se puede comprobar argumentos suficientes para abrir un cisma tal, que lo de Molina parezca un “tomate”. Andreita, coño, comete el pollo.
Para no andar con conjeturas en tiempo tan revuelto, y con el recelo de que la Gorgona Medusa, y la diosa Némesis, puedan hacer su aparición, conviene recordar que hace algunos años, a modo de broma, apareció un trabajo periodístico acerca de la maldición de la Encarnación, al que hubo que advertir que siendo cosa seria el humor estaba de más, sobre todo cuando hay sobradas muestras de cómo las gastan.
Cierto es que existe una predicción de la santería cubana, formulada hace nada menos que 16 años, y que tal como escribiera otro con tinte “simpático”, en eso de venganza, puede que recuerde a la de Tutankamon.
Acaso fuera por los años que la casuística llenó de fechas negras, como velas, aquellas que debían de aparecer en números rojos, pero son estos los que están llenando esta cuenta de resultados por una gestión tan desacertada como caprichosa.
Los hechos deciden, a pesar del vaticinio del ocho, que no es ese que se pone entre NO y DO, si no el de la santería, y cuyo significado equivale a la resucitación de lo olvidado, de lo perdido para siempre, y tambien el patronazgo de la Encarnación en su Esperanza. No cabe duda de que debe de ser esta la que protege a los vendedores del mercado de ese malino que se esconde en las profundidades al que llaman, no la guasa, si no la comunidad científica “Arquitectus”.
Esperanza, de espera, aguardando que sombras cernirán sobre el asunto los paneles solares de la sostenibilidad, para marcar el tiempo inacabado. Inacabado metro. Inacabado acuario. Inacabado tranvía. Inacabado metropol. Cuatro puntos de la Rosa de los vientos que mueven a la giganta en lo más alto de la Turris Fortísima para, como siempre invicta, permanecer quieta con el que más fuerte sople. Si no es para quitarse el sombrero, que menos que la corbata.
Sevilla a 3 de Julio de 2008
Francisco Rodríguez Estévez

martes, 1 de julio de 2008

El estilo

El papanatismo

Basta coger el diccionario, o ni tan siquiera eso, para entender que se quería decir con aquello de que la Encarnación era fruto del papanatismo.
Para quien solo sabe escasamente de contra y bajada de pescuezo, que no son posturas politicas, si no partes anatómicas de la “res” en decadencia por hacerla rumiar chivas, en lugar de pastos, para que acaben como ellas, jarta papeles, o cuando no, le aparece el ramalazo noble, lis dorado sobre gules azules, en la puntita de la lengua, fue suficiente oír de otra, la del saber, la del divo que dice sin pelo en ella lo que piensa sobre la innecesaria actuación que en la Encarnación iniciaron con el cuento del alfajor de un metro al que se le escapa la tuneladora, cansada de abrir micro fisuras en las paredes de edificios de un viejo caserío de débil cimentación.
Aunque no hacia falta, conforta oírlas. Ante varios centenares de personas de ambos sexos, sus palabras dichas en sacro lugar sonaron a gloria bendita, lo de la Encarnación no deja de ser fruto del papanatismo, y es este nuevo estilo, sabiamente definido por una prestigiosa columnista del país, lo que determina cual de grande es la catetada. Campanillismo definido en la Italia, que por aquí seria rizar el rizo, el más difícil todavía, donde los papanatas creen hasta lo imposible.
El metro tardará aun muchos años, si es que alguna vez llega, en tener una estación en ese metropol premiado por la atrevida estación inexistente, estilo papanatismo,( de papar y nata), crema de la crema, y los crédulos de corazon, los que aun creen que aquello es un aparcamiento, los ingenuos, que sueñan que aquello será la sinergia cultural de una Hispalis recuperada, lejos del alcance del candado que tanta Historia cierra, los cándidos, que anhelan la construccion de una plaza de abasto, los ilusos, que quieren ignorar lo que aquello deparará al subir los 39 escalones la juventud cargada de etílico, para bajar el metanol en cascada por los peldaños, y los artrosicos pensionistas que aguardaran con el bono bus en la mano para echar los días afuera, serán sabedores definitivamente que el papanatismo existe.
Sevilla a 1 de Julio de 2008
Francisco Rodríguez Estévez